¡Corre, vamos, ya es tarde, levántate, tenemos que salir ya! Tic toc, tic tac, cuenta el reloj, los minutos pasan, ¿A qué hora acaba la jornada? Al fin nos vamos casa a descansar un rato, ya falta poco para el fin de semana, para tener unas pocas horas para hacer cosas que realmente valoras. Llega la angustia de cada lunes a comenzar de nuevo y ganar dinero. Dinero, toda la vida dinero, ¿Para qué? para poder comer, para sobrevivir. Dinero que te quita tiempo, que te quita vida...
Pocos tienen la fortuna de vivir de lo que realmente les gusta. Aunque no sea mi caso, yo agradezco mi trabajo, pues me da el pan de cada día, tranquilidad y pequeñas alegrías. Pero mientras pasa el tiempo, algo en mi va muriendo, pues mi vida se va en algo que no me llena el corazón. Así que me toca comenzar de cero, con estos huesos cansados y esperanza e ilusión, ir tejiendo esas alas para las que fui creada. Alas llenas de amor para dar, que algún día serán mi fuente de alegría y de sustento.
OPINIONES Y COMENTARIOS