En medio de todo y a la vez de nada, un suspiro de alivio mientras veía tu linda sonrisa, tu corto cabello como el de un varón, unos ojos grandes que miraban con ternura todo a su alrededor, palabras que se llevo el viento otras que no pudieron salir de tus labios o que no pude escuchar, pero vive en mi aquel lindo recuerdo, el primer día que te vi, mi sueño María Ailin.

No pude detener el tiempo, de aquel primero de septiembre del 2015, donde solo vive el recuero de lo que pudo ser, pero no fui capaz de realizar, por miedo de ser uno más al que le dijeras ¡noooo!, y es que esa es la razón por la que mi corazón se detuvo y no le dio la oportunidad de poder desnudar los sentimientos de aquella hermosa y sublime mujer, que para aquel entonces era tan solo una niña.

El sueño de toda persona es posible, porque si el cerebro tiene la capacidad de imaginar esas cosas tan extraordinarias, lo de menos, seria poder realizarlo, Hitler soñó en levantar Alemania de las ruinas que había dejado la primera guerra mundial, y lo difícil no fue llevarlo a cabo, sino poder imaginar cómo lo lograría, convencer a la gente de luchar por un Alemania mejor.

Si el sueño es perfecto es realizable, el mío nunca pudo trascender, porque jamás lo soñé solo lo imagine, y poco a poco fui dejando que esa linda imaginación se fuera empolvando con el paso de los años, hasta quedar solo pequeños fragmentos de lo que quise que fuera un sueño pero jamás me atreví a soñar por miedo a despertar y ver que no era realidad.

Hoy después de casi cuatro años ella usa lentes, luce un poco más delgada, sus dientes son mas blancos, se empieza a notar algunas ojeras alrededor de sus lindos ojos y lo más importante su cabello ya está sobre sus hombros, dando como resultado poder lucir a plenitud su feminidad, complementada con esa linda sonrisa que la ha caracterizado a través de estos años que he tenido la oportunidad de poder observar.

Queriendo poder soñar algo perfecto a su lado jamás paso, pues me quede dormido en el intento, mientras alguien más, solo con un suspiro robo su atención quedando sumergida en lo más profundo de un sentimiento al que ella llama “amor”, pero yo solo le llamare, “pequeña ilusión” de dos personas que se enamoraron de la monotonía de momentos mmmmm agradables, pero se les olvido lo más importante… continuara

AUTOR: LAZARO MONTEJO MARTINEZ

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