Muchas formas de arrepentimiento vienen a mí, contextualizo que relativamente puedo enfocarme en un buen parámetro de mí mismo, pero condenarme, por el hecho de no poder hacer nada más que eso,me dejo con la culpa exacta que debía de adquirir en mi pasado.
El día en que todo se fue a la mierda, me había quedado despierto hasta tarde (siempre).Por la mañana mi desesperación cayó en un mundo un poco más oscuro del que ya había visitado una vez, no eran uno o dos problemas, era el problema, querer decir tanto teniendo tan poco, admito que nunca me experimenteen cambiar mi tema o mi manera de decir las cosas, simplemente no imaginaba que todo el tiempo iba a desencadenar en una manera rauda “¿movimientos torpes?”“¿curiosidad?” todo eso en un principio no fue más que el timbre perfecto de mi vida pasada, me gustaba estirarme e incluso dormir durante el mismo día en cosas importantes de mi trabajo, pero no me dejaba en paz una cosa que aún tenía que resolver. Era la suerte que tuvo mi hermano o mi desdicha por no entender a alguien cuyo apellido lo llevo con malicia y melódicos tiempos , no soy el alguien de un nadie, tengo favoritismo sí, pero no me gusta ver arder el esfuerzo, aunque nunca he sido estructurado, comprendo que tengo el querer, eso y más.
Admiro el imponente silencio tanto que incluso e pululado por el borde, intentando encontrar ese invento ¿un hijo? ¿Ella? Saldría de su vientre, los días pasaron e incluso avance en pensamiento,estas nuevas formas de suicidarme me dejaban tranquilo, incluso mi orina blanca por tantas pastillas me hacían pensar que era una fuente con sueño, sin rencores sin pasado sin vida. Todo se dilato cuando abrí los ojos, ¿Cuántos días pasaron? Pensé, 273 contestó mi escepticismo, 273 de una creación no creada y así el día que se fue a la mierda fue hace nueve meses.
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