Días buenos y malos

Días buenos y malos

Ale prieto

11/05/2019

Hoy es un mal día; al despertar pensé que sería como los otros, bueno, en realidad, ni siquiera pensé como iba a ser, pero dadas las circunstancias, ya ni siquiera pienso, planeo o tengo expectativas sobre mi día.

Llevo 128 días sin trabajo, por desgracia, es la segunda vez en mi carrera profesional que me pasa esto, la primera vez dure 365 días sin trabajo, ¡si!, todo un año y para ser honesta empiezo a preguntarme si esta vez me pasará lo mismo, me cuestiono sobre qué he hecho mal para que esto me vuelva a ocurrir, es un asunto del destino y la mala suerte?, soy mala profesional?, es una prueba de Dios?, si es una prueba de Dios, por qué él no me ayuda?, en fin, las preguntas rondan una y otra vez en mi cabeza, sin embargo, no hay respuestas.

Particularmente, hoy es un mal día, esta mañana, al despertar, escuché hablar a mis papás por teléfono, uno mencionaba que había una feria de empleo cerca a mi casa, mientras que el otro respondía en tono decepcionante y desanimado, que sabía que yo no iría; no recuerdo con exactitud las palabras que usó, pero el subtexto de lo que dijo, significaba algo como «la pereza le gana y no va a ir», al terminar la conversación, una nueva ola de interrogantes surgieron, ¿por qué cree eso?, ¿acaso no he hecho lo que está a mi alcance para conseguir un trabajo?; estas preguntan tampoco obtuvieron su respuesta, pero algo si concluí, «si ellos no creen en mí, difícilmente yo lo voy a hacer».

Todo lo que vino después, fue tristeza, amargura, recuerdos de mi niñez, miles de ocasiones en las que me dijeron, «no sirves para nada»; ¡si los papa supieran cuanto daño hacen con esa corta afirmación!

Recordé, analicé, lloré, imaginé, incluso odié; pero no a ellos, a mí, porque tal vez, tienen razón; sin embargo, no estoy dispuesta a pasar un año como el anterior, así que dejé el orgullo, me alisté y fui a la dichosa feria de empleo y aunque había averiguado previamente y sabía que allí sólo ofrecían trabajos para mecánica, seguridad y otros trabajos operativos, no podía, ni quería, que mis papás vieran que había hecho exactamente lo que estaban pensando, así que fui.

Regrese a casa sin sorpresa alguna, había pasado lo que sabía que pasaría, miles de trabajo que no tenían nada que ver con lo que estudie. Al llegar la noche, solo espero que ya llegue el mañana, porque con el amanecer, quedaran atrás los problemas, algunas de las preguntas y las lágrimas de hoy; mañana, se reiniciara lo poco que me quede de esperanza y con ella la alegría que espero tener.

Así que espero que este sólo sea un día malo, quiero creer que hay días buenos y malos, ya que, al ponerlo así, no sé por qué, pero siento que en su mayoría son buenos y por algún accidente fortuito hubo uno malo, quiero creer eso, porque si al contrario, son días malos y buenos, no sé qué voy a hacer.

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