Categoría: 5º
Érase una vez un león que vivía en una casa, que no era como las nuestras, sino que en ella había árboles y muchas plantas, simplemente una casa de leones.

Le encantaba ir con sus amigos: Jorge, Inés, Álvaro y Valeria, eran inseparables y les gustaba irse al bar, al cine y mucho más… (pero todo para leones, no penséis que se van a ir donde las personas).
Un día, así por que sí, ¡POOM!!!! En un árbol había algo pintado (que eso era normal para los leones), y era que el viejo Joe, el sabio de la ciudad había puesto un cartel que decía: “ATENCIÓN, ATENCIÓN, ID A CASA ANTES DE QUE EL ALTHBORGINALO 37 (QUE ES UN VIRUS) SE EXPANDA”
GRACIAS,
JOE, EL REY.
Pero ellos, me entra por uno y me sale por otro… No hacían caso.
-Jajajajaja -se rió Valeria.
-Se creen que este virus nos va a impedir que vayamos al bar -comentó Jorge.
-¡Ni en sueños! -dijeron al unísono Álvaro e Inés.
-Yo lo voy a hacer, que luego vienen las consecuencias -dijo el león.
-Y yo ya os he advertido -dijo Joe.
Los demás se fueron al bar.
Un día, llegaron las consecuencias: el virus afectó a los amigos de león y león se libró porque hizo caso a Joe, no como otros, así que perdió cuatro amistades.
Y cuando el virus se acabó (que solo fueron tres días) se fue a dar el paseo más maravilloso del mundo mundial y entonces hizo dos nuevos amigos, Carlos y Ana, que hicieron caso a Joe.
Y fueron felices sin virus ni mascarilla y solo por esperar y hacer caso a Joe.
¿Veis? Al final no era para tanto…
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