El día de las bromas

Categoría: alumnos. Curso: Quinto de Primaria

Era el día de las bromas y todos estaban esperando ese día desde hacía años. Por eso todos estaban muy emocionados y alegres.

Era un día normal y corriente, o al menos eso pensaba yo, pero vi que la gente no paraba de reírse, pero, ¿por qué?

Estaba pensando en eso, y de repente llamaron por teléfono ¡Era mi amiga Raquel! Me quería invitar a pasar la tarde con ella, pero después se oyeron unas risitas por el fondo. Iba a preguntar qué era eso, pero de pronto se cortó la llamada.

Me puse el abrigo, las botas y cogí el paraguas por si acaso llovía y me puse en marcha.

Cuando llegué a la casa de Raquel llamé a la puerta, pero no me abrían, “¡Qué raro!”, exclamé. Hoy todo lo que ocurría era muy raro, pero de pronto escuché un “¡chas!” . Miré hacia arriba y vi un cubo gigante lleno de agua. Intenté correr, pero era demasiado tarde y el cubo me cayó en la cabeza. Entonces vi a mi amiga Raquel en la terraza riéndose y lo entendí todo ¡Era el día de las bromas! Felicité a Raquel por la broma tan ingeniosa que me había gastado, pero pensé y “¿por qué no gastar una broma yo?”.

Entonces hice una lista de a quién, dónde, cuándo y cómo.

Le mandé un mensaje a mi amigo Pepe, como había hecho mi amiga, y así gastarle la broma.

Cuando llegó mi amigo llamó a la puerta, pero no respondí como hizo Raquel. Entonces me acerqué por detrás y le tiré un bote de pringue encima y me empecé a reír.

El problema era si se lo iba a tomar a bien o mal 😊–☹

Así que espere su respuesta, pero no fue la que me esperaba. ☹

Se tomó mi broma muy mal.

Le pedí perdón y le prometí que la próxima vez tendría más cuidado.😊

Moraleja: No gastes bromas si no sabes si gustan o no