Categoría: Alumnos. Curso: 3º Primaria
Había una vez un pájaro kiwi que no sabía volar. Sus amigos sabían que cada día se esforzaba, pero nunca lo conseguía. Hasta que un buen día su amigo el colibrí le dijo: – yo sé como hay que volar. Intenta mover muy rápido las alas -. El kiwi intentó mover muy rápido sus alas, pero se cayó de culo y se puso a llorar. Su amiga el águila también quería ayudar, así que le dijo: – abre mucho las alas y tírate desde lo más alto de la montaña -. El pájaro kiwi hizo lo que le decía el águila y se pegó un tortazo gigantesco. Menos mal que nadie le había visto, porque se habrían reído mucho.
Al día siguiente todos sus amigos empezaron a ayudarle: le animaban y le explicaban cómo hacerlo, pero no lo conseguía. Así que el pájaro kiwi se fue muy triste a su casa. Y se lo dijo a sus padres para ver si podían solucionarlo. Ellos no le ayudaban porque tampoco sabían volar. Le dijeron: –nosotros tampoco podemos volar, porque los kiwis no sabemos. Piensa qué es lo que mejor sabes hacer -. Entonces el pájaro kiwi pensó: – ¿Qué es lo mejor que sé hacer? ¡Ya lo tengo! ¡Lo que más me gusta y lo que mejor sé hacer es divertirme con mis amigos! -. Así que el pájaro kiwi se fue a jugar con sus amigos, se rió mucho y se lo pasó genial.
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