La soledad se sienta a mi mesa,
a veces la ignoro, otras platico con ella,
pero nunca me explica el porqué de este vacío.
He descubierto mi fortaleza,
y también mi trayecto sombrío,
intenté llenar ese vacío con lágrimas,
con flores, con risas y carcajadas,
con amigos, con fiestas
pero solo con libros la he sentido lejana,
siguen estas ganas de quitarla de mi alma,
estas ganas de no perderme en ese agujero sin sentido.
Respiro, suspiro e intento una vez comprender este vacío.
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