Me siento en mi portentoso rincón, tan lleno de ideas que a veces siento que está completamente vacío. Me preparo para plasmar lo que la mente y el alma quiere manifestar de forma alocada y sin control, pero no tengo las palabras exactas. Ellas rehuyen de mis manos como el fluir del agua. No obstante, mi lucha continúa con beligerancia, buscando y enredando sentidos que la razón daría por satisfecha. Hasta que todo se transfigura de una oscura gama de hilos, a una diáfana melodía de letras.

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