Nunca llegue a conocerla en persona, ella tenía unos 14 años y yo 13. Ambos conectamos por Internet, los dos jóvenes enamoradizos, dimos noches de charlas y cuentos de amor y ternura.
Pero como Todo ciclo acaba, la inmadurez y la distancia no son buenos compañeros, y así termino. Cada uno de vuelta a su vida, en continentes separados por un Atlántico, con situaciones totalmente distintas y costumbres muy diferentes, pero aun así con las mismas ganas de verla y siempre a una pantalla de distancia
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