Quitó la máscara de su rostro para revelar por fin esa escencia que guardaba en lo más profundo de su ser, pero después de la revelación vino la tormenta. Nadie estaba preparado para verla tal como era, con cortes en sus brazos y un alma avenjentada como hojas de un libro antiguo. E hizo lo que todos esperaban de alguien roto. Se marchito para nunca más volver atrás.
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