Porque el amor cubre de luz
toda mancha oscura,
aquel amor que un infante puede tener y dar.
Me permito decir que el tiempo es sabio en amor,
me permito decir que el cielo conoce su luz,
y que la noche se alegra por vestirse de blanco.
Que puro y blanco es el corazón del niño,
aquel niño que busca amistad, y sueños,
pues dicho es:
Dejar que los niños sueñen,
dejar que los niños jueguen,
aún si éstos son niños mayores.
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