El primer perseguidor fue construido con el único propósito de atender asuntos relacionados al mantenimiento de la Ley Universal de Sistemas.
Nadie sabe ni supo como piensa. La mayor parte del tiempo se sostiene inmóvil en el cielo hasta que nota un peligro potencial; baja a la tierra, huele una flor o asesina al hijo de alguien; canta una canción popular o quema una ciudad hasta sus cimientos.
Si alguna vez fue posible detener las acciones del primer perseguidor, ese tiempo ya pasó.
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