La novela era la consigna 
II concurso de microrrelatos El taller de escritura Las primeras líneas de mi novela hablaban de un fantasma. Todo indicaba que ese fantasma sería un personaje interesante, divertido y por sobre todas las cosas, astuto. El primer párrafo había sido concluido y la lectura corría con buen ritmo. Apagué la lámpara del escritorio y me fui a dormir. Al rato, un resplandor me despabiló para ver cómo mi fantasma le daba fin a mi novela. Me puse furiosa cuando tras su nuca pude leer que el personaje de su historia era yo misma, pacata y aburrida.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
OPINIONES Y COMENTARIOS