Noches de llantos atrapados, rabia, impotencia, y un abanico de nostalgias que muerden el anzuelo en la oscuridad de voces apagadas. Las gentes se encuentran reunidas y mi alma vuela a otras dimensiones. Tormentosos momentos que dejan el sabor más amargo que ha experimentado mi paladar espiritual. Las conversas prosiguen bajo la casco e vaca y la ausencia de mis pensamientos vagan a las sombras de la muerte.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS