BlaBlaCar, destino: «Destino»

Viernes por la tarde. La semana había sido agotadora. Marcos me pedía indirectamente una respuesta. Hombre de pocas palabras, pero se hacia entender.
Yo no tenia nada que decir… o quizás eso creía…  Mejor asi, la soledad no siempre es mala compañía. El amor es hermoso, pero en algún punto siempre termina doliendo.
Estaba muy retrasada, y siendo fin de mes, sin mucho dinero disponible. Necesitaba ir a la casa de mi hermana, por una reunión con motivo de su aniversario de bodas. Debía llegar a tiempo. Su vestido, que acababa de retirar, estaba en mis manos.
Bodas, aniversarios, asuntos de parejas, amor… Con todo esto girando en mi cabeza, mi madre llamando a cada rato, se sumo mi hermana con su ansiedad latente, atiborrándome de mensajes. Ya esta casada, debería molestar a su marido, pensé mientras sonreía.
Mejor opción, viaje compartido por BlaBlaCar.
Subo apresurada. Dentro, un chico dice; «Espero te guste mi perfume, use el  de Superman… Superfume!»  Ambos reímos. «Un gusto, soy Marco» Lo mire fijamente. Ese nombre.. Quede perpleja por la casualidad. 
El estaba muy feliz, iba a ver a su novia luego de bastante tiempo.
» El amor no se debe postergar» decía elocuentemente. «Lo hacemos frecuentemente, nos excusamos con mil motivos sintiendo que el tiempo es eterno. Hoy me levante pensando en eso, y aquí estamos…»
Sus ojos tenían una luz especial, me recordaban a mi querido Marcos…
Mi mente no dejaba de divagar, me costaba escucharlo.
Mi teléfono no cesaba de sonar y sonar. Pedí perdón a mi compañero de viaje, y conteste un mensaje:  » Ya estoy en camino, con el vestido de fiesta «
Pero los mensajes seguían llegando uno tras otro.
Mire nuevamente no pudiendo creer esa insistencia despues de mi respuesta.
Mis ojos confundidos, leyeron un texto de Marcos :
» ¡Y al fin que te decidiste!  ¡Y vaya que te decidiste!  Indudablemente te estaré esperando. Como te espero desde el primer dia que te conocí. Si mi corazon pudiese hablar, gritaría de tanto jubilo que siente. Te confieso que a nadie quise esperar como te espere a ti. Que desde la primera vez que hablamos te robaste mi mirada, ya que por donde voy mis ojos creen verte. Quiero seas feliz, y si tu felicidad es compartir un mismo camino, mi alma caminara a tu lado, cuidando la tuya»

¡Me había equivocado al responder! ¡No le había contestado a mi madre sino a Marcos!
Llegué, deje el vestido y continúe mi viaje hacia un destino que había evitado por demasiado tiempo…