Las horas transcurren mientras miro el reloj de arena en el estante. Deslizándose con una rapidez inquietante, un grano cae como un segundo se esfuma de mi vida. El primer rayo del día se cuela por mi ventana, y me encuentro en la tesitura de permanecer acurrucada en la manta que no me abandona o enfrentar la realidad de una vida atrapada en la monotonía. A pesar de mis intentos por añadir nuevos destinos y objetivos sin planes a mi lista de deseos, estos permanecen inertes, como sombras junto al reloj, recordándome que el tiempo avanza sin compasión.
Decido salir a caminar, con la esperanza de aliviar un poco esta carga. El aire fresco me llena los pulmones y, por un momento, siento que la vida aún puede sorprenderme. Al doblar la esquina del portal, me cruzó con un cartel de coches compartidos “BlaBlaCar”.
Busco en la app un destino favorable, y mi mente visualiza “Hondarribia”. Un lugar que siempre había querido visitar, pero que había dejado en la lista de “algún día”. Sin pensarlo demasiado, confirmo el trayecto y quedo con Pablo, un chico al que aún no conozco.
Al subirme al coche, Pablo me sonríe y se presenta, pero también lo hace Marta, una segunda viajera, que parece relejada y feliz. No tarda mucho en contarnos que, por fin, ha logrado ver la luz. Se sentía esclava de su propia vida pero que, tras la muerte de su marido, ha decidido que ya era hora de empezar a vivir, “No me acordaba que la vida estaba tan viva” y eso es lo que esta haciendo, vivir.
Aprovechamos hasta el ultimo minuto para conocernos. Pablo había empezado el viaje abrumado, comido por los miedos. Habla sobre la próxima etapa que vivirá, todos los sueños que deja atrás para poder emprender su nueva vida. “¿Y si no me adapto?, pregunta Jon, “A veces” dice María, “los cambios son los que nos hacen sentirnos vivos”
El tiempo parecía detenido durante el trayecto, pero llegó a su fin. Pienso en las superaciones y en las segundas oportunidades que se nos brindan a diario. Nos arropamos con abrazos, dejando atrás nuestras ataduras y miedos. No solo me llevo de recuerdo a personas apasionadas, sino una nueva mentalidad. Estoy lista para abrazar lo desconocido y para vivir de una vez por todas la vida que merezco. Por fin se que la monotonía no me definirá.
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