Sucedió allá por entonces el año 2014 cuando decidí que tenía que probar algo nuevo, y eso me llevó empujado por la recomendación de un amigo, a abrirme una cuenta en esta aplicación. Lo que nunca imaginé, fue que acabaría encontrando a alguien, a quien amé durante mucho tiempo y que conectó con mi alma desde el momento en el que entró en el coche.
Lo creáis o no sucedió un catorce de febrero de 2014, ese día yo puse un viaje compartido a Aranjuez, y nunca esperaba que se fuera a subir a él, el gran amor de mi vida. Allí estaba alto, con unos labios gruesos, unos ojos verdes y un nivel de vinegar fantástico. ¡Me enamoré de él en el primer instante!
Lo primero que hablamos nada más que se subió al coche era a qué se dedicaba, y él me dijo que era ingeniero aeronáutico. Yo pensé que iba a diseñar algo para que volaramos juntos hacia ese mundo de felicidad y fantasía que me había suscitado conocerle.
Nuestro itinerario que era en principio unas dos horas. Comenzó con una distante posición dentro de los asientos delanteros del coche, pero puedo decir que pasada media hora, yo empecé a notar que su cuerpo de cierta manera giraba hacia el mío, lo cual me hizo sentirme muy nervioso. Además de tener la doble preocupación de estar pendiente a la carretera, y por otro lado no querer perderme nada de lo que él me hacía sentir.
Se me ocurrió que pasada una hora de viaje, y con la excusa de que ya llevaba un rato conduciendo, hiciéramos una parada en una estación de servicio donde podría tener la oportunidad de mirarle a los ojos y ver lo que realmente estaba viajando conmigo, ese monumento al cual, no podía dar crédito que se habían alineado los planetas ese día para concederme conocer a un hombre tan guapo. ¡Y accedió!
Hicimos la parada que en un principio propuse, de quince minutos pero que, eventualmente se convirtió, en casi una hora y en la que faltó muy poco para que le besara allí mismo. No os podéis imaginar lo nervioso que me puse cuando me subí al coche pensando en que quedaba poco para llegar a nuestro trayecto, y no iba a darme un beso. Pues cuando le dejé en su destino, me dijo: ¿Seguimos?Le dije sí, y nos besamos apasionadamente.
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