No fue solo un viaje

No fue solo un viaje

Javier Cuesta

24/10/2024

Nervios, ilusión, sensación que querer tener todo controlado, siete horas de viaje por delante, ganas de compartir, de vivir, de aprender… Salgo del garaje, piso el acelerador, todo ha comenzado, solo toca dejarse llevar. Apenas han pasado tres minutos y ya viajo acompañado, una chica tímida y sonriente me acompaña en el asiento del copiloto, se llama Bea y viajará conmigo hasta Bilbao. Pronto se sube en el coche Jara, una chica extremeña que encontró el amor en el norte y viajará hasta la costa de Cantabria. Por último, recogemos a Betty, viaja acompañada por su perrito, un yorkshire adorable, que apenas se deja sentir. Sin saber cómo, todo fluye, se ha creado un ambiente de familia en el que cada uno aporta lo que lleva dentro. Compartimos cómo fue la vida de dos de ellas en Chile, descubro que en Latinoamérica hay quienes cocinan bajo tierra, mi mente se abre al mismo tiempo que avanza el trayecto. Pronto recogeremos a Carmen, una mujer de 89 años, despedimos a Bea con pena, fue corto, pero intenso, sin duda mereció la pena coincidir. Carmen consigue que nuestras cabezas exploten, una mujer admirable, la edad solo es un número, desprende una vitalidad contagiosa, enviudó y se reinventó. Ha vivido en cantidad de países diferentes, realiza ejercicio a diario, tiene redes sociales y no duda en apuntarse a cualquier actividad que le resulte interesante. Sin darnos cuenta, Jara y Betty están en la costa cantábrica, su trayecto ha terminado, todos nos sentimos afortunados por haber compartido una pequeña parte de nuestro tiempo. Carmen cruzará conmigo Cantabria y Asturias, hasta llegar a Galicia. Personas como ella te descubren que la vida si se aprovecha no se escapa, se vive, que no hay reto que no se pueda alcanzar si no dejas de perseguirlo, que la edad podrá añadir dificultades pero no te desviará de la meta si te mantienes vivo. La conversación entre ambos se prolonga por horas, llegamos a hacer una videollamada con un nieto de Carmen que vive en Suecia, Carlos. Sin duda Carmen es una mujer a la que solo se le puede querer, oír cómo su nieto la trata, la mira es… escalofriante. Hay amores que se hacen eternos porque traspasan las almas y estas nunca mueren. Sin darnos cuenta llegamos al destino, fue solo un viaje, pero todos sabemos que principalmente fue un regalo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS