Una mesa, un maletín, una salida amarga. Siento el escalofrío de su ausencia. Él, mi hermano hubiera querido que nuestro sueño se hubiera hecho realidad.
-¡Unos minutos para mi hora de salida!. Me esperan, ¡allá voy!
Cuando decidí salir de la ciudad, no pensé en que las cosas se complicarían, un coche compartido sería la mejor opción para pasar desapercibido.
– ¡Buenos días! ¿Susana? -escalofriante, un coche lleno de niños- Soy Jaime, encantado.
-Jorge, no le des a tu hermano con el muñeco. ¡Tranquilo! Disculpa, ya sabes, son niños.
Siento que este viaje va a ser muy interesante. Lo curioso es que me recuerda a Julián y a mí, siempre dispuestos a pelear para llamar la atención de mamá. Parece que esta señora no tiene muchos recursos, compartir coche con una extraño, exponer a sus hijos, en fin, sus razones tendrán.
-Jaime, ¿verdad?, cuéntame ¿Solo llevas de equipaje un maletín? ¿No te quedarás mucho tiempo en la ciudad? A mí me desgasta la ciudad, pero tengo que ir a recoger a mi madre para llevarla conmigo, mi padre y mi marido faltan, nos hemos quedado solas, la vida.
-¡Samuel! ¡O te estás quieto también o te quedas sin cena!
-Disculpa, te escucho.
Creo que la he juzgado mal, en verdad, con esa ausencia ha tenido que traerse a sus niños con ella. Soy afortunado de no cargar con dos mochuelos como estos.
-Viajo por negocios, el trasporte público ha subido demasiado, además la buena compañía en un viaje así es más agradable y llevadero.
Me sonríe con los labios medio abiertos, creo que no he acertado en mis palabras, menos mal que ha vuelto a mirar a la carretera, no vayamos a tener un accidente por mis salidas recurrentes.
– ¡Señor! ¿Ha visto la playa? Mi madre dice que nos va a llevar pronto a vivir allí, pero eso mismo dijo el año pasado.
-Bueno, gran lugar, conocía a alguien que le gustaba mucho, solía bucear en aguas profundas, buscando tesoros…una vez…
-Hemos llegado. Gracias por hacerle ameno el viaje a mis hijos, se han quedado dormidos.
– A ti, hasta pronto.
Camino, me siento ligero entre las sombras de la multitud.
¡Jaime, Jaime! Disculpa te has dejado el male…maletín lleno de di…dinero, con una nota:
Paula, el sueño de mi hermano era regresar a la playa, pero la vida fue cruel. Lleva a tus hijos allí. Ser felices.
¡Estoy en paz!
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