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¿por qué lanzaste el frasco de mermelada contra la pared de la cocina?
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Hace siglos.
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No sé. Importa el tiempo cuando del dolor se trata.
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¿Dolooooooooooor? Señores y señoras una vez más pido perdón
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Cállate
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Pido perdón, y aunque la reina me corte la cabeza, hablaré nuevamente de aquel elixir de los dioses que osé romper, cuando en medio de mi algarabía sentí la piedra en las manos y acordándome de nuestro último intento por complacer tu deseo inmenso de ver el banco arder tuvimos que correr de la autoridad misma que venía a clavarnos en los postes de luz. Ese día habían pagado, la bóveda estaba llena de los billetes que iban a repartir para la fiesta que se acercaba y nosotros dos quemamos el banco con todo eso adentro. Por eso, por eso lancé la mermelada a la pared cuando tú al llegar le contaste todo a la mamá y ella vino a masacrarme a mí. Porque te vi y detrás de ti bailaban los mismísimos demonios. Quería espantarlos para que no te asustes. Sabes ¿qué pasó? Se abrió un portal. Lo vi. Ahí nada pasaba. Se tragaba todo y estaba justo detrás de ti. En ese portal de mermelada éramos felices y la mamá no me castigaba y el pueblo entero no nos odiaba.
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Oigan, yo también estoy aquí. A los tres nos botó la mamá.
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A los cuatro. Yo ya no me bajo de aquí.
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