Terapia de Coche

Terapia de Coche

P. G. Rodríguez

14/10/2024

“Hola, Javi, ¿qué tal tu mes?”

Sofía cierra la puerta del coche y deja su mochila en el asiento trasero.

“Aburrido, como siempre,” responde Javi, encendiendo el motor. Aunque el viaje tiene una familiaridad reconfortante, hoy el ambiente es diferente.

“¿Y tú? ¿Alguna novedad?” pregunta Javi mientras salen de Cádiz.

Sofía suelta un suspiro. Se quita las botas negras y apoya los pies en el salpicadero. “¿Te molesta?”

Javi le lanza una mirada divertida antes de regresar la vista a la carretera. “A ver, cuéntame, ¿qué ha pasado esta vez?”

“Nada,” contesta Sofía, mirando por la ventana, donde los árboles empiezan a teñirse de anaranjado. “Esta mañana, Lucía decidió terminar conmigo.”

El coche se tambalea un poco. Javi la mira alarmado. “¿Después de seis años?”

“Sí,” afirma Sofía. “Dice que no ve un futuro conmigo, que soy egocéntrica.”

Javi frunce el ceño, manteniendo la mirada en la carretera. “Sofía, llevo casi un año llevándote a Sevilla a ver a tus padres. Eres la persona menos egoísta que conozco.”

“No sé qué decirte,” responde ella, abatida. “Quizás soy difícil de querer.”

“No digas tonterías,” insiste Javi.

Sofía se queda en silencio, dejando que el sonido del motor la arrulle. Cierra los ojos, evocando la imagen de Lucía: su melena rubia, sus ojos azules. Poco a poco, se queda dormida.

Un toque ligero en el brazo la despierta. “Ya casi estamos en tu casa,” dice Javi.

Sofía abre los ojos lentamente y siente que el coche frena en seco.

“¿Pero quién aparca así?” se queja Javi, tocando la bocina.

Sofía se asoma por la ventana y ve un coche parado en medio de la carretera. Una chica grita hacia el apartamento de sus padres. La reconoce al instante.

“Lucía, ven aquí,” le dice.

Lucía se acerca y se sienta en la parte trasera. “Javi, llévanos al parque,” le instruye.

Confundida, Sofía mira a uno y otro. “¿Os conocéis?”

Javi conduce y enciende la radio, pero no responde.

“Lucía, ¿qué está ocurriendo?”

“Como sé lo mucho que te gustan los finales dramáticos, quería darte tu propia historia que contar,” responde Lucía con sinceridad.

“¿De qué estás hablando?” Sofía pregunta, aturdida.

“Llegamos,” anuncia Javi.

Sofía mira a su alrededor, recordando su infancia en ese parque. En el centro, hay letras decoradas con margaritas amarillas que dicen: ‘¿Quieres casarte conmigo?’

Sofía queda sin aliento mientras Lucía se inclina hacia ella. “Por favor, dime que sí.”

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS