La opinión de Alba se ha publicado en tu perfil.

—Bien, veámosla.— Se dijo Elisa a sí misma. Entró a su perfil en la aplicación. 199 opiniones

sobre ella. Pleno de perfectos, pleno de Exelentes.

—¿Qué?— Gritó sin entender nada.

“Correcto: Elisa es una chica encantadora, viaje muy ameno, repetiría sin dudas.“

—¿Sin dudas? ¿Sin dudas? ¿Y entonces por qué correcto pedazo de…?

Elisa estaba sentada en la única sombra de esa pérdida gasolinera. Su blablacar llegaba

varios minutos tarde. La cara era de disgusto, pero no por el retraso, no le había quedado

otra que tener que repetir viaje con Alba. El blanco monovolumen apareció por uno de los

surtidores.

—¡Hola Elisa!— Muy entusiasta y con una gran sonrisa saludo Alba, bajándose del coche.

—¡Hola guapa!— Devolvió el saludo, poniendo una sonrisa aún más grande que la recibida.

—Déjame, te ayudo con tu maleta.

—¡Ays, gracias! Qué amable, pero no te preocupes, no te molestes.— Elisa se apresuró a

poner su pequeño equipaje en el maletero sin la intromisión de la conductora. En su cabeza

pidió por favor que la otra persona que había reservado viaje estuviera sentada delante.

Con la mano en la maneta de la puerta trasera sus deseos se esfumaban. No había nadie

sentado.

—Al final me canceló el viaje el otro chico. Vamos nosotras solas.— Alba sonreía mientras

volvía a su asiento.

—¡Qué bien!— Elisa sonreía dura. Por delante tenía tres horas de viaje con su querida

conductora. —Será un gran viaje…

Las chicas intercambiaban miradas cómplices, risas y buenas historias.

Después muchos kilómetros, Elisa, se estaba riendo de verdad, sin fingir. Estaba agradando

de verdad, sin forzar la maquinaria y ganándole a su disgusto. Alba le estaba cayendo

demasiado bien. No paraban de hablar. Elisa le contó del chico que le gustaba, de su año en

la universidad, de sus problemas con alguna casera. Alba hizo lo propio y contaba magnificas

historias de su reciente boda, de un viaje en blablacar a París, de sus padres.

Los kilómetros se redujeron a cero y el ameno viaje llegó a su fin. Parecía que ninguna de

las dos quería que terminara. Se despidieron con un beso, abrazo y un hablamos.

Elisa se fue encantada, olvidando el pasado. A los días le llegó la notificación de una nueva

opinión de Alba en su perfil. Esperaba con emoción leerla. Un nuevo Correcto figuraba.

—Me cago en t….

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