Un bondi

El hombre abrió la puerta y salió de su casa. Fue a la parada de bondi más cercana y se subió al 128 sin saber que linea era. El conductor lo miró con cara de cansado y le pidió que pase la SUBE y se siente, avanzó por el bondi vacío a excepción de un par de cabezas que se asomaban entre los asientos del fondo. Decidió ocupar el asiento más lejano a esas personas y al conductor.

Miro hacia afuera de la ventana, no sabía hacia dónde iba pero le gustaba ver como las zonas eran cada vez menos conocidas. No sabia a donde iba pero no quería quedarse en donde estaba. No piensen que él estaba triste allí, en realidad había conseguido una tranquila felicidad en su viejo hogar. Se despertaba todas las mañanas en sábanas blancas y limpias, iba al trabajo en su auto cómodo y seguro, vivía una vida como la de cualquier otro. Tenía familia, amigos y había tenido un par de noviazgos.

Que vale la felicidad cuando al final del día uno se pierde, se siente pero quizás ya no es nuestra, pasa a ser  del falso personaje que creamos y viviendo por nosotros.

Ahora medio sonámbulo se escapaba de aquel impostor, sentado en ese bondi línea 128. Sin embargo sabía que el engaño duraría poco, pronto terminaría el recorrido dejándolo suficientemente cerca para que en el momento más frío de la noche lo tentasen aquellas sábanas blancas.

Lo sacó de su trance el conductor que le tocó el hombro y le dijo:- “Che pibe, ya termino el recorrido, bájate que el bondi de acá se va para la terminal». Lo miró, le pidió perdón y se bajó. No sabía que bondis lo podían llevar un poco más lejos, pero supuso que lo más conveniente sería seguir hacia el sur. Pregunto a donde convendría ir y qué bondi tomar así se hizo una idea aproximada de como seguir. Mas tarde haciendo dedo por calles en las que poco conviene se dice que llegó al puerto de Necochea y allí entró como polizón en un barco de carga que lo llevó a un país del sudeste ansiático, otros dicen que en realidad terminó trabajando en una granja africana. Algunos de sus conocidos también teoriza que vive ahora como marinero del barco. Lo único se sabe es que su historia hoy en día es solo suya.