Obedeced al cuatriruedo

Obedeced al cuatriruedo

Norbert Forns

07/10/2024

Estoy en un coche. Me encanta mi coche. Mi coche es el más rápido. BlaBlaCar. Chiste. Velocidad. Compartir coche con BlaBlaCar. Quieres darme el premio. Debes darme el premio. He ganado el concurso. Coche. Gracioso. Relato. BlaBlaCar. Los coches son geniales. Usa BlaBlaCar. El gran coche te observa. Mira las ruedas. Pon atención a cómo giran. Cuando suene el claxon, creerás que este es el relato más ingenioso que has leído nunca. Me quieres. Me quieres y me quieres dar el premio de lo mucho que me quieres. Soy el profeta de BlaBlaCar. Mi palabra es esencia, se encuentra en el asfalto, en el olor a neumático, en las sonrisas de aquellos que comparten coche. Obedeced al cuatrirruedo. Temed su atropello. Navegad sus autopistas. Escuchad su ingenioso relato de cuatrocientas palabras, escrito con la sangre de míseros peatones. Su eterna sabiduría permanece escrita en sus carriles, en sus señales. Su voluntad, materializada en sistemas de corrección automática, vira nuestra dirección cuando desafiamos su camino. Su motor nos libera. Su combustible nos da sustento. PERECED OH, PEATONES, AQUELLOS QUE DESAFIÁIS SU VELOCIDAD Y RUTA. SOMETEOS A SU RUGIDO, ACEPTAD LA GUÍA DE LA LUZ DE SUS FAROS. Pues en la eterna oscuridad de la carretera, solo el coche atraviesa la penumbra. Solo sus puertas nos separan del peligro. Solo BlaBlaCar nos ofrece la compañía de nuestros hermanos en la soledad de la ruta. Y nos recuerda, oh, viajeros, que todos somos uno bajo el techo de aluminio.

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