UN DESTINO INESPERADO

UN DESTINO INESPERADO

Era un día frio de otoño, había estado toda la semana lloviendo, pero por suerte ese día las nubes no hicieron acto de presencia. También se acuerda del día de la semana, como no hacerlo, era martes y cogía el bla bla car más barato (y el único que había) para ese día.

Se saludaron con una sonrisa. Y así empezó el viaje, con una canción de Ed Sheeran de fondo. ¿Cómo sería él? ¿Estaba cometiendo una locura como le habían advertido sus amigas? La verdad es que no estaba prestando mucha atención a lo que le decía su pobre acompañante de viaje así que decidió relajarse un rato y disfrutar del trayecto.

Él tampoco estaba muy interesado en conocer a su compañera de viaje, aunque cuando la saludó algo en el estómago le dio un vuelco.

El tiempo fue pasando y se limitaron a cantar canciones. Después estuvieron hablando del motivo de su viaje, aunque ambos dijeron medias verdades. Ella que viajaba para visitar a un amigo. Él había quedado con un cliente.

Los dos llevaban días pensando en el momento que se avecinaba. Después de casi un mes hablando por aquella aplicación de citas habían decidido conocerse. A él se le ocurrió que su pueblo, era el lugar perfecto para una primera cita. Naturaleza, tranquilidad y sobre todo la pastelería de Marcos, la mejor tarta de zanahoria de España sin duda estaba allí.

Pasaron el cartel que señalaba la entrada al pueblo, aunque no lo vieron debido a las risas que inundaban el coche debido a una anécdota que había contado él. Al ver que estaban llegando, ella se hizo la pregunta, ¿Cómo lo iba a reconocer? Solo sabía su nombre de usuario, con suerte no habría mucha gente en el lugar del encuentro.

Al llegar se despidieron y se desearon suerte mutuamente. Sin embargo, ninguno de los dos se movió de la puerta de la cafetería de Marcos. Pasados 10 minutos él le preguntó si su amigo iba a tardar mucho y ella, movida por la confianza que le había trasmitido aquel todavía extraño, le contó la verdad a lo que él, respondió con una carcajada. Sacó su móvil del bolsillo y le mostró su perfil en la página de citas. Ella avergonzada se acercó y sin decir una sola palabra entraron a la cafetería, en la que por cierto sonaba una canción de Ed Sheeran.

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