La bolsa de Bernardo.

La bolsa de Bernardo.

Miry

01/10/2024

Soy Laura, una pintora ilusionada, enseguida llega Bernardo, un señor mayor de unos ochenta y tantos años con una bolsa azul de gran tamaño, el hombre apenas sonríe, se lo nota nervioso y preocupado. Se aferra a su bolsa, no quiere guardarla en el maletero.

En ese momento se presenta Alex; el pasajero que faltaba, un muchacho alto y moreno con una cámara de fotos. Viajamos de Toledo a Osuna, con BlaBlacar como siempre, Daniel es el conductor,  atento y simpático.

Bernardo y Alex se acomodan en el asiento trasero del coche. Daniel sonríe y comenta: Laura será mi copiloto. Alex mira con curiosidad la enorme bolsa que porta Bernardo.

-Disculpe, no cree que sería más cómodo para ambos si su bolsa la ponemos en el maletero.

-No, no quiero, la llevo conmigo.

El muchacho respira hondo y hace un gesto de incomodidad. Daniel pone música como para relajar el ambiente. Primera parada en la gasolinera, Alex hace fotos y compra chucherías. Bernardo no se mueve de su asiento, sin despegarse de su bolsa. Repostamos gasolina, estiramos un poco las piernas y otra vez a la carretera. Acordamos almorzar en una hora. Un coche de la Policía Nacional nos hace señales para que nos detengamos.

-Disculpen las molestias, es un operativo para todos los coches sin excepción, serán unos pocos minutos.

Mientras los agentes hacen sus comprobaciones, nos damos cuenta de que Bernardo ha desaparecido, no lo vemos, hasta que Alex dice: miren allá va, entre aquellos árboles, es Bernardo.

-¿Qué sucede?-Pregunta el oficial.

Alex le explica..

-Viaja con nosotros, voy a buscarlo.

Alex no tarda en alcanzarle, Bernardo está agotado con su pesada bolsa a cuestas.

-¿Bernardo, adónde va hombre?

-¿Me llevarán de vuelta con ellos, por eso vino la policía?

-Nadie lo llevará a ninguna parte Bernardo. Venga, volvamos al coche.

-Voy a casa de una amiga; un viejo amor en Sevilla, ella me espera. ¡No se lo digan a nadie por favor!

¡Tranquilo! no diremos nada. ¿Qué tiene en la bolsa?

-Llevo casi toda mi ropa, y mis documentos. ¿Ellos me estarán buscando?

-¿Quiénes son ellos Bernardo? 

-Los de la residencia de mayores, quiero disfrutar de mi tiempo, todavía puedo dar cariño, ser libre, no puedo volver allí, me entienden..

Nos quedamos sin palabras… Lo abrazamos fuerte. Guardamos su bolsa en el maletero. Alex y Bernardo intercambian una mirada de complicidad. ¡Sevilla nos espera!

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS