El Descapotable Rojo

El Descapotable Rojo

Jose Sierra

02/10/2024

Nos Dirigimos esa tarde, cantando alegres
Dentro del nuevo Descapotable Vintage rojo de 1969, Mateo y Sofía se sumergían en una atmósfera íntima y romántica. El mar tranquilo y sereno se dormía ante ellos, reflejando la belleza del cielo con rayos de luna en tonos rosados y anaranjados.

Sofía Mateo y yo. como violinista, 

 reflejaba la belleza de los enamorados del fino tablero de madera noble. la Virilidad de Mateo, con su cabello negro y la profundidad de sus ojos azules, atraparon los ojos verdes de Sofía que con su cabello rubio y labios de rubí brillante.

sofia apretando la mano de Mateo, se sintió envuelta en un abrazo cálido y delicado. » y ambas bocas se encontraron en una sintonía que los envolvió.

La brisa del mar los unió. Cómo cómplice natural del amor y la pasión. Mágico momento donde solo importaban ellos dos.

 Mateo y Sofía se reían. Ambos sosteniéndose sus manos se tocaban las lineas de una larga vida y del tiempo. 
ese recuerdo de los tres nos nos envolvió en la del tiempo espacio.

Ahora, sentados en el mismo Descapotable con  sus cabellos deslizándose por la brisa marina recordaban sus mágicos momentos.

Mis inolvidables amigos me invitaron esa tarde donde cuatro alegremente nos reímos.

Su hija, Emma Sofía. Entre ellos escuchaba la historia de como se enamoraron. «Y Luego qué paso, papa? » Pregunto.

Mateo sonrió. «Luego nos casamos y con el tiempo hicimos una vida juntos. Ese fue un mágico momento. 

Sofia apretando la mano dé Mateo. «Ese fué el inicio de nuestra aventura juntos. Y sigue siendo nuestro refugio.»

 sintiendo la conexión entre sus padres. «Quiero encontrar un amor como el vuestro», dijo.

Mateo y Sofía se miraron, sabiendo que su amor había trascendido el tiempo. En ese momento, rayos de luna tocaron la magia del amor.

La familia unida por el amor donde nació en el descapotable vintage rojo de 1969.

Conduciendo con el atardecer, la brisa marina acariciaba sus rostros, recordándoles la esencia de su amor. La vida había pasado, pero su amor permanecía igual de fuerte.

Emma miró a sus padres, sintiendo gratitud por el ejemplo de amor que, le habían dado.

Sabia que ella encontraría un día. Pero por ahora, disfrutaba la historia de sus padres.

La luna siguió brillando en el cielo, Mateo, Sofía y Emma Sofía. Seguía siendo su propio símbolo de amor. En el descapotable vintage rojo de 1969.

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