Ji-Ae

Estaba tumbada en el sofá azul índigo, quedaría muy cool decir que viendo Neflix pero no lo tengo, ni amigos piratas, para mi desgracia.  Tirada estaba, centrada en los pliegues de la cortina y las partículas que merodeaban gracias al sol y a que había limpiado los cristales, no tengo estores, ni familiares obsesionados con la decoración, para mi suerte. Con mi móvil ataviado con su nueva funda rosa palo del chino ( era más barata que la azul)  abrí  el correo, no pensé que eran treinta el número de veces que lo había abierto ya esa mañana de octubre.Mensaje de Blablacar,  Ji-Ae , pasajera que viajaría  conmigo de Vigo a Ourense, me contaba su vida en verso y los motivos del viaje. No está bien de la cabeza pensé mientas cerraba el Outlook, de todos no la voy a rechazar porque es Koreana y amo los BTS y porque es mi única pasajera.

Quedamos enfrente de la policía, se aparca bien, no fue difícil reconocerla, más fácil que a mi Clio blanco mate, irradiaba alegría y color, se acerco corriendo y me abrazo fuerte con todas sus bolsas. No creo que se diera cuenta de mi cara, ni me miró, inmediatamente se montó en el coche y comenzó a hablar.

Hasta Vigo es todo autovía, dejando el Miño a la izquierda, pasando por un túnel cavado en montaña de piedra y con un paisaje que si Machado no se enamorara de una Soriana bien valdría un poemario.

Yo asentía con la cabeza y miraba de reojo sus manos , su boca, todo era movimiento. Alguna vez se paraba, me sonreía y seguía hablando. Trabajaba en una tienda especializada en artículos de cocina en el centro comercial PonteVella, en  Chungcheong del Norte era una especie de funcionaria, allí es común suicidarte si no consigues tus sueños laborales, no era su caso, lo dejo todo por la libertad y por vivir en un país donde la gente daba abrazos y explicaciones. Lo único que espeté en todo el camino fue » Bueno tampoco es tan así».

Se bajó del coche, me agradeció el viaje y me plantó un beso.  Al llegar a casa busqué en Google que significaba Ji- Ae y publiqué un viaje de vuelta, muchos, ella no volvió, yo ahora veo Neflix desde mi sofá descolorido.