Tormenta en la Carretera

Tormenta en la Carretera

Landeira

30/09/2024

Era una mañana tranquila cuando partimos de Galicia hacia Valencia. Éramos cinco desconocidos en un coche: María, la conductora optimista; Lucas, un chef entusiasta; Clara, una fotógrafa que buscaba inspiración; Jaime, un estudiante con ansias de libertad, y yo, un periodista en busca de historias.

Todo iba bien hasta que, a mitad de camino, el cielo se oscureció de golpe. Una tormenta, anunciada por truenos lejanos, se abalanzó sobre nosotros sin previo aviso. El viento hacía temblar el coche, y la lluvia azotaba las ventanas con furia. María mantuvo la calma, pero los demás estábamos tensos.

En medio de la tormenta, un árbol caído nos obligó a detenernos. La carretera estaba bloqueada, y no había otra ruta cercana. María decidió no quedarse esperando y propuso rodear el obstáculo atravesando un campo cercano. Con botas improvisadas hechas con bolsas de plástico y muchas risas nerviosas, bajamos del coche y nos pusimos a explorar. Jaime y yo encontramos una pequeña senda que bordeaba el campo, y entre todos empujamos el coche hasta poder retomar el camino.

Empapados, agotados, pero con una sensación de triunfo, logramos cruzar. María arrancó el coche, y todos celebramos con un grito. Clara, que había estado capturando cada momento con su cámara, prometió compartirnos esas fotos épicas. La tormenta poco a poco fue cesando, y cuando retomamos la autopista, un arco iris nos recibió al horizonte, como si premiara nuestro esfuerzo.

Al llegar a Valencia ya éramos más que compañeros de viaje; éramos un equipo. Lucas nos invitó a todos a cenar en el restaurante donde trabajaba, como agradecimiento por la aventura compartida. Esa noche brindamos por el viaje y por la tormenta que, en lugar de separarnos, nos unió.

Nos despedimos sabiendo que la tormenta en la carretera se había convertido en el comienzo de nuevas amistades, y en una historia digna de ser contada.

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