Viaje a lo Desconocido

Desde 2013, Blablacar ha sido mi fiel compañera de viaje. He realizado más de 100 trayectos y cada uno tiene su historia. 

Lo que más me fascina de esta plataforma es su capacidad para conectar lugares y personas. Te lleva a destinos donde el transporte público no llega y te brinda la oportunidad de conocer a gente que, de otro modo, no encontrarías en tu rutina diaria. A lo largo de mis viajes, he forjado amistades inesperadas, adquirido aprendizajes valiosos y escuchado historias cautivadoras.

Una de mis favoritas ocurrió una mañana a las 6 a.m., cuando cogí un Blablacar hacia una entrevista de trabajo en un pueblo rural. Al subirme al coche, me encontré con dos chicas que parecían listas para una fiesta: con capas de base, labios rojos intensos y uñas postizas. No podía creer lo arregladas que iban a esa hora.

—¿Y vosotras a dónde vais? —pregunté, intrigada.

—A ver a nuestros novios a un pueblo —respondió una, ajustándose el pelo.

Lo curioso es que el pueblo estaba a siete horas de distancia. Sin poder contenerme, les pregunté:

—¿Y vais a estar mucho tiempo allí?

—No, volvemos esta noche —dijo la otra, como si nada.

Me quedé en shock. ¿Catorce horas de coche en un solo día? Algo no cuadraba. Mi curiosidad crecía.

—¿Solo para verlos una hora? —solté, sin poder evitarlo.

—Sí —contestó la primera, encogiéndose de hombros—. Están en la cárcel, y ese es nuestro tiempo de visita.

Mis ojos se abrieron como platos.

—¿En la cárcel? —pregunté, intentando disimular mi sorpresa—. ¿Y por qué tan lejos?

—Es parte del proceso; los mandan lejos de sus familias —me explicó la otra, con naturalidad.

La curiosidad me invadió, y aunque no podía preguntarles directamente qué habían hecho sus novios, quería saber si la condena era grave. Así que, con disimulo, pregunté:

—¿Y cuánto tiempo llevan? ¿Cuánto les queda?

—Llevan ambos un año; a uno le queda un año y al otro, seis —dijeron.

¡Al menos no eran 25 años!

Durante el viaje, hablamos de sus gatos, las complicaciones de las visitas a la cárcel y las relaciones a distancia. Eran encantadoras y me recordaron que Blablacar no solo te lleva a tu destino, sino que también te regala encuentros inesperados, convirtiendo cada viaje en una pequeña aventura.