Un médico joven recién titulado nos cuenta en el viaje sus primeras experiencias en el mundo de la medicina. El primer día de quirófano se desmayó al ver la sangre en una operación de reducción de mamas antes de que le saltara a la cara un cacho de la teta de la paciente. Tan ridiculo y subreal como que al desmayarse, movió al cirujano titular y éste se tropezó dejando «volar» cachos de la mama.
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