Dayanna <<34 años, diecisiete opiniones>> sonrió ampliamente cuando Lorena se acercó, ayudándola a encajar su maleta en el maletero. Después, ambas se montaron en el coche y reanudaron el trayecto, con Damián sentado rígidamente como copiloto.
Cuando Lorena había asegurado que no le molestaban viajar con animales, no había esperado compartir asiento con una cabra. Sentada de forma incómoda, con el cinturón atravesando su cuerpo cuadrúpedo, rumiaba un cojín de cuello con sus pupilas rectangulares fijas en la nueva humana.
-Disculpa, a última hora me ha pedido mi abuelo que llevara a Margarita a la granja-explicó Dayanna, levantando levemente la voz para hacerse oír con las ventanas bajadas.- Llevamos una hora de viaje y está aburrida. Pero se ha portado muy bien, ¿verdad, Damián?
-Se ha comido mi coleta- expresó secamente el chico; más que enfadado, se notaba su ansiedad porque el animal pudiera alargar de nuevo el hocico hacia su nuca desprotegida.
-¿Muerde?-Lorena se apretó contra la puerta del coche, sobresaltándose con un fortuito balido.
-¡Qué va!No hace nada… casi nunca-se disculpó Dayanna, mirando al chico.- Te aseguro que el corte de pelo va a mi cuenta…
-¿Y no es peligroso llevarla así?-musitó Lorena de nuevo, temiendo que el simple comentario pudiera ofender a Margarita.
-¡A los perros también se les ata con el cinturón de seguridad!-explicó sonriente la conductora.- El problema es la Guardia Civil. Espero que no tengan el control de fin de semana.
-Ponle una gorra del Minecraft y pasará por tu sobrino- dijo cínicamente Damián.
Dayanna estalló a carcajada limpia. A Lorena en otra ocasión también le habría parecido divertido; en ése, no podía concentrarse en nada más que en aquel animal con mirada tendente al estrabismo.
-Te está dejando sin cojines-indicó la chica, señalando el segundo plato de Margarita.
-Son de semillas, me había olvidado completamente… al menos no le sentará mal.
-Se acaba tirar otro pedo-dijo a su vez Damián, apretando el botón de su ventanilla simbólicamente: ya estaba bajada del todo.
-Vale…¡Aguantad, valientes, ya veo el desvío!
Opinión:Agradable, sincera y muy paciente; el viaje a casa ha transcurrido sin problemas. Buena conductora, ha asegurado que la cabra ha sido un pasajero extremadamente excepcional. Nos ha traído a cada uno un queso de su abuela, por las molestias. ¡Gracias, Dayanna!
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