Tour por los pirineos

Esto ocurrió en los Pirineos…

El 9/09/24 volvía de Carcassonne (Francia) y recogí a tres pasajeros en Toulouse, dos de ellos, españoles, habían hecho un viaje de varios días por diferentes ciudades, el tercero (no era español) venía por sus propios motivos… El viaje por la autopista de Toulouse que recorre de este a oeste por la parte norte de los pirineos fue un viaje tranquilo y agradable, hasta que nos desviamos para cruzar los Pirineos por la parte de Jaca. Llegamos al pueblo de Oloron y allí la policía francesa nos impidió continuar… el motivo: el paso por Jaca estaba cortado por las fuertes lluvias y el colapso de la carretera; miramos el móvil para buscar una alternativa y aunque no lo creáis nos mando por un camino (en ese momento nos acordamos de la gente que acababa metidos en algún rio por seguir las indicaciones del móvil), recorrimos unos km pensando que era algún pequeño cruce hasta otra carretera, hasta que un árbol, en medio del camino, nos hizo desistir y volver por donde habíamos venido («¡menos mal!»), decidimos parar en el pueblo y hablar con un camarero (sabía español, «¡genial!») que nos explico los problemas de las carreteras y nos dio una alternativa: subir el puerto del «col de la Pierre Saint» pasando por los pueblos de Aramits y Arette hasta cruzar a España. Por supuesto no fue tarea fácil, nada más empezar a subir se veía un gran hongo que cubría toda la montaña, pero no había otra alternativa, nos adentramos en una niebla tan espesa que solo veíamos las líneas blancas al lado de nuestro coche… seguíamos subiendo por un puerto interminable y de repente entre medio de la niebla unas grandes figuras empezaron a dibujarse, eran unas enormes vacas que nos pasaban justo al lado del coche, «que majas…», pero no fue la única sorpresa, al llegar a la cima, nos cruzamos con un gran rebaño de ovejas y cabras, iban por medio de la carretera tranquilamente, haciendo que nos detuviéramos hasta que nos dejaron pasar. Después de aquello por fin entramos en la comunidad foral de Navarra, «¡yeah!», ¡vaya alegría nos llevamos!. Al final un viaje de 5h se convirtió casi en una odisea de 10h, pero llegamos perfectamente a nuestro destino, no gracias al «móvil» ya que, seguramente, aún estaríamos perdidos por los caminos franceses…