CUANDO LAS MADRES VIENEN A MADRID, ¿QUÉ ESPERAN?

CUANDO LAS MADRES VIENEN A MADRID, ¿QUÉ ESPERAN?

Paco Córdoba

26/09/2024

Ahí está. Surge del asiento trasero como un armadillo fuera de su hábitat, encogida, sonriente y vestida de flores. Te abraza y se enciende un cigarro. No le preguntas, ya te cuenta ella. Cuatro horas aferrándose al asidero de la puerta mientras la pizpireta y burbujeante organizadora de eventos le ofrece entradas a un festival y chicles de sandía. Te pide que la imagines aceptando la invitación a un festival, disfrazada de hippie y apagando el sonotone en los conciertos. Da gusto oírla reír, a la condenada. Hace imposible no sumarte a las carcajadas. En el asiento del conductor un barbas, todo tamaño y tatuajes. Te cuenta que, nada más verlo, tragó saliva y se apretó el bolso contra el costado, pero resultó ser un hombre muy divertido y amable.

Le dices que si viviera aquí sabría que la gente con la peor pinta suele ser la más buena, y ves un brillo nuevo en su mirada. Le acabas de dar un hilo del que tirar, y pretende hacerse con la madeja entera. Quiere que le hables de cada lugar que has visitado, cada persona que has conocido, cada experiencia nueva y lección que has aprendido.

Has estudiado cine, en su mente eres Almodóvar pero con menos laca, y proyecta sobre ti esta imagen de triunfo en la gran ciudad que suele ser más mentira que verdad. Tu vida es solitaria, ordinaria y carísima. Pero te pones el disfraz de adulto funcional y haces la vez de guía turístico, con invitación a un par de restaurantes como moneda de cambio. Y peleas para que comprenda que los coches van a pitar igual, aunque ella esté sentada en la terraza, y que cuando le recriminan que está parada a la izquierda en las escaleras mecánicas, tienen razón.

La vida no es mejor aquí, le confiesas. Como en las películas, después de los periplos, las batallas y los desamores enmendados, siempre se vuelve a casa. Y esto es aplicable a cualquier persona, venga de donde venga. La burbujeante y festivalera chica sandía puede ser la protagonista de una aventura entre escenarios, llamadas urgentes y romances pasajeros. Sin embargo, también puede ser la compañera de asiento en el viaje de una madre, que quiere visitar a su hijo esperando, sencillamente, que todo le vaya bien.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS