En uno de los muchos viajes que realizo al año entre Madrid (mi trabajo) y Marbella (mi tierra) conocí a la que sería mi celestina de BlaBlaCar. 

Parecía un viaje normal, de hecho, aburrido ya que llevaba una televisión en los asientos traseros y no pude llevar más que a una persona conmigo, Sara 

Sara desde el primer momento fue muy simpática, profesora de inglés, estuvo todo el viaje dandome clases y lo que no son clases, contándome sus problemas, su vida y sus inquietudes, entre ellas la de las clases de bachata.

Dio la casualidad de que durante el viaje, me comentó que habían creado un grupo de jóvenes que se habían apuntado a clases de bachata (profesores como ellos y no profesores) y me animó a que me apuntara con ellos.

Este tema venía de lejos, en Marbella mis amigos y amigas solían bailar bachata pero yo no me atrevía o no me apuntaba, hasta que gracias a BlaBlaCar la oportunidad se presentó en el asiento de copiloto de mi coche, por lo que al final, me apunté.

Nos dimos el teléfono y me incluyó en su grupo de baile, el resto es historia.

En dicho grupo había una chica muy maja con la que desde el primer momento hubo buen rollo, podiamos ser amigos. Pero la historia se complica, después de varias quedadas, ella decidió dejar a su novio por conocerme a mi. El resto, amigos, el resto si que es historia y la estoy viviendo, viajándola, disfrutandola e imaginándola.

Gracias BlaBlaCar

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