Sucedió en un coche camino a Bilbao

Sucedió en un coche camino a Bilbao

Era un viernes cualquiera cuando recibimos la solicitud en BlaBlaCar. Martina, una italiana con una sonrisa cálida y mochilera al hombro, venía de completar el Camino de Santiago y se dirigía a Bilbao para pasar la noche antes de volar a casa. El viaje fue ameno desde el principio; entre risas y anécdotas, compartimos nuestras experiencias de viajes, comidas y cultura. Martina, encantada con el norte de España, nos contó cómo el Camino le había regalado momentos de reflexión y nuevos amigos.

Llegamos a Bilbao al atardecer, y la despedimos en la puerta del albergue con la promesa de vernos más tarde. El buen rollo entre todos era evidente, así que decidimos quedar para tomar algo en el Casco Viejo. Entre pintxos y copas, la noche se nos fue volando, y antes de que nos diéramos cuenta, el reloj marcaba la una de la madrugada. Fue entonces cuando Martina se dio cuenta de que el albergue cerraba a medianoche.

Sin dudarlo, le ofrecimos dormir en nuestra casa. «No queremos que pases la noche en la calle», le dijimos entre risas. Aceptó nuestra hospitalidad con una mezcla de agradecimiento y vergüenza. Al final, la noche transcurrió entre conversaciones sobre viajes, y pronto nos quedamos dormidos.

Al día siguiente, el despertador sonó temprano. Martina tenía un vuelo de regreso a Italia, y la carrera contra el tiempo comenzó. Recogimos su equipaje en el albergue, que recién había abierto, y nos dirigimos al aeropuerto en nuestro coche. Aún medio dormidos y con el café en mano, la llevamos a toda velocidad por la autopista. En medio del estrés del tráfico y los nervios, la risa se volvió nuestra aliada.

Finalmente, llegamos justo a tiempo. Martina se despidió con un abrazo y una promesa de volver a Bilbao algún día. Mientras la veíamos desaparecer entre la multitud del aeropuerto, nos quedamos con una sensación agridulce. Habíamos compartido solo unas horas, pero sentíamos que habíamos ganado una amiga para toda la vida.

Sucedió en un coche, y ahora, lo recordamos con cariño.

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