Mi chico es un lobo

Mi chico es un lobo

Mariana Onix

31/07/2020

INTRODUCCIÓN

No tenía ni idea que mi vida cambiara tanto al independizarme a los 17, ir a un nuevo instituto y ser amante del bosque me haría conocer al que se convertiría en el amor de mi vida, él tiene un peculiar secreto que por amor no le importó revelarme.



PRÓLOGO

– ¡¿Cómo?! – dije algo molesta.

– te lo podemos explicar – me intentaron calmar.

– no hace falta explicaciones – sentencié.

El día pasó muy rápido y cuando llegó la hora de cenar le propuse a mis «padres» independizarme a los diecisiete, pese a no estar de acuerdo me dijeron que me ayudarían a comprar una casa, a pagar el instituto y con mi manutención.


Capítulo 1

Violetta

No podía llegar tarde a mi primer día de instituto, desde que vivo sola me cuesta mucho levantarme, pero lo hago, es invierno así que me levanto, prendo el calefactor para no enfriarme, tomo ropa, una toalla y me dispongo a duchar; al terminar y cambiarme, desayuno, preparo mi almuerzo para el descanso y me dispongo a salir.

Pese a que es invierno todavía no ha caído nieve y el clima se siente muy agradable para emprender la caminata de quince minutos hasta llegar al instituto.

Maxwell

Ya habían acabado las vacaciones y tocaba empezar una nueva temporada escolar, en estas había transcurrido todo como normalmente ocurre en mi manada con la excepción de que alguien se había mudado a la cabaña de las afueras del territorio, ya estaba tan habituado a la rutina que no me fue difícil acomodarme, desayunar, tomar las llaves del auto y salir al instituto.

Cuando íbamos de camino mi lobo Kyle me llamó la atención sobre algo.

– mate – me dijo a través de nuestro link.

– ¿estás seguro? – le respondí bajando la velocidad del auto y cortando el link, en eso vi como por la acera pasaba una chica castaña de cabello liso y estatura media, cuando la vi mi lobo empezó a aullar descontroladamente, en eso se me ocurrió algo para poderla conocer mejor.

– ¿Vas camino al instituto? – le pregunté deteniendo el vehículo a su lado.

Violetta

Esa pregunta me sacó de mis pensamientos – sí ¿Por qué? – le respondí algo seca.

– sube yo también voy para allá – me respondió con una sonrisa.

En eso sin darme cuenta ya estaba subida al puesto de copiloto – soy Maxwell, pero me puedes decir Max – se presentó con una sonrisa.

– soy Violetta – me presenté de vuelta mientras Max conseguía un puesto en donde estacionar el auto.

Una vez abajo nos dirigimos a la secretaría para buscar nuestros horarios, no sé por qué la presencia de Max me genera una sensación rara en el cuerpo.

– ¿Qué te toca a primera hora? – me preguntó bajando la mirada para poder hacer contacto visual conmigo por la diferencia de altura.

– matemáticas – Rodé los ojos – cómo me cuesta esa materia, mi talón de Aquiles – le dije algo sonrojada.

– a mí también me toca esa materia – sonrió de una forma que a mi parecer era muy tierna – si quieres te puedo ayudar con las tareas – me dijo mientras nos dirigimos al aula donde correspondía el ver clases, en eso fuimos interrumpidos por un grupo de chicos que se acercaba a Max.

Maxwell

– hola capitán – me saludaron los chicos, por mis ocupaciones como futuro alfa de la manada no había podido salir en vacaciones.

– hola chicos – los saludé, en eso me percaté de que Vi se sentía algo intimidada por el grupo.

– hoy después de clase tenemos entrenamiento – les dije abriéndome paso por el grupo para seguir mi camino hasta el salón de matemáticas.

Violetta

Cuando vi que nos alejamos del grupo me sentí más aliviada, no me hubiera gustado tener que lidiar con comentarios fuera de lugar.

– ¿Te encuentras bien? – me preguntó Max, cuando le iba a contestar sonó el timbre, tomamos asiento en la primera fila y dio comienzo la clase.

La mañana pasó muy lenta, las clases se hacían muy pesadas, ya que los profesores a lo que se dedicaban era a dar el plan de evaluación de lo que se iba a dar durante todo el lapso y a mandar algunas tareas para la siguiente clase.

Más tarde que nunca llegó la hora del descanso y Max muy atentamente me guío hasta la cafetería.

Maxwell

– ¿Quieres acompañarme a sentarme con el equipo? – le pregunté a Vi y ella me asintió con la cabeza, en eso la guíe a la mesa donde nos solemos sentar los chicos del equipo.

– ¿Me esperas aquí? Iré a buscar algo de comer, ¿Quieres algo? – ella negó con la cabeza haciéndome ver que ella había traído almuerzo de su casa.


Capítulo 2

Maxwell

La hora del almuerzo pasó muy amena, en esa hora pude presentarle a Vi al equipo y viceversa.

Cuando sonó el timbre nos dirigimos a clase de literatura – ¿después de clases quieres acompañarme al entrenamiento? – le pregunté a Vi con una sonrisa – si quieres te puedo llevar después a tu casa –

– está bien – me respondió con una sonrisa.

Violetta

Me agrada mucho andar con Max, él se ha portado súper atento conmigo haciendo que las clases restantes pasen muy rápido, al terminar las clases Max me indicó por donde estaba el gimnasio del instituto y salió a buscar en el auto el maletín con sus cosas para las prácticas.

Como las instalaciones del instituto estaban cerca de un bosque salí un rato a contemplar lo bonito que se veía, después de eso me dirigí al gimnasio.

– pensé que no vendrías – me dijo Max al entrar a las instalaciones.

– ¿Y tu equipo? – le pregunté algo extrañada mientras bajaba la sección de gradas hasta llegar a la cancha.

– ya vienen, normalmente no están preparados para entrenar el primer día de clases – me respondió mirándome fijamente.

Maxwell

– deberías decirle lo que sientes, no me hago responsable si tomo yo el control de la situación – me dijo Kyle a través de nuestra conexión.

– por ahora prefiero que las cosas fluyan por sí solas – le dije cortando el link y mirando como Vi se acercaba a donde estaba yo.

– ¿quieres probar intentar encestarla? – le pregunté tomando una pelota de basket que había en mi bolso.

– no soy muy buena en los deportes pero está bien – me dijo con una sonrisa.

– te puedo ayudar en eso también – la miré y ella se sonrojó.

Violetta

Max me iba dando las indicaciones y yo lo intentaba, pero no podía.

– vamos a volverlo a intentar – me dijo tomándome de la cintura – a la de tres saltas y haces el movimiento que te enseñé – me dijo sonriéndome.

Maxwell

Cuando conté hasta tres la alcé por la cintura y ella hizo el movimiento que le dije encestando satisfactoriamente la pelota en la cesta, en eso cuando ella volvió a tocar el piso sentí como mi lobo tomó control de mi cuerpo y tomó a Vi por la cintura, la acorraló y la empezó a besar.

Violetta

Max había tenido un gesto muy brusco conmigo pero lo que siguió después me hizo sentir muy bien.

– me gustas – me dijo Max tomando un poco de distancia con una voz ronca que me pareció muy rara pero que no me importó en absoluto.

– yo también – le respondí casi pegada a sus labios.

En eso llegó Will el mejor amigo de Max viendo todo el espectáculo.



Capítulo 3

Will

Cuando llegué a la práctica lo que vi me impresionó mucho, Max se andaba liando con la chica nueva y yo estaba ahí mirándolos como un completo idiota.

– Will necesito ayuda – me dijo Max a través de nuestro link – Kyle tomó control de mi cuerpo y no lo puedo parar– me dijo haciéndome entender la situación.

– Kyle – dije acercándome a él – necesito a Max de vuelta – me les acerqué lo suficiente para darme cuenta de que el lobo de mi alfa estaba en modo posesivo.

Violetta

Cuando vi a Will acercarse no pude entender por qué lo había llamado de esa forma y mientras más se acercaba más sentía cómo Max acortan la distancia que nos separaba.

– ¡Kyle! Por favor – volvió a pedir Will sin tener respuesta de él.

En eso tomé todas mis fuerzas y lo empujé abriéndome un espacio para poder salir, al hacer eso Max reaccionó y mientras me disponía a salir del gimnasio escuché un tenue “lo siento” de parte de él.

Maxwell

– ¿qué pasó? – le pregunté a Will algo desorientado.

– volviste a perder el control – me dijo algo decepcionado.

– quédate tú entrenando al equipo – le dije a Will mientras salía a buscarla – voy a buscar a Vi para hablar con ella –

Cuando salí la conseguí sentada en el pasto con la cabeza apoyada en sus rodillas, podía sentir que ella tenía una mezcla de emociones.

Cuando llegué me senté a su lado – Kyle es mi lobo – le dije sin mirarla.

Violetta

– ¿Lobo? – lo miré fijamente

– sí yo soy un licántropo – y en eso nuestras miradas se conectaron.

– y tú eres mi mate, mi otra mitad, la persona designada por la diosa luna para complementarme – cuando lo escuché mis ojos se llenaron de lágrimas y lo abracé.

Maxwell

– iré a entrenar – le dije a Vi, me puse de pie y le di un beso en la cabeza, en eso sentí como ella me tomó de la mano y me acompañó a ver cómo entrenaba.

Hoy tengo pensado presentarle a mi mate a toda la manada y a mi padre y a ella mostrarle mi forma lobuna.

Capitulo 4

Maxwell

Me alegraba mucho ver a Vi en las gradas, se veía tan linda, podía sentir como en medio del hacer sus tareas levantaba la mirada y la fijaba en mí.

– me gustaría saber si quieres acompañarme a conocer a mi manada – le dije al acabar el entrenamiento.

– ¿Manada? – me preguntó ella.

– es donde vivimos los hombres lobo – la miré fijamente – yo soy futuro alpha de la manada Luna Nova – le dije con una sonrisa.

– está bien – me respondió con una sonrisa.

– si quieres podemos pasar por tu casa buscando ropa para que pasemos la noche haciendo tarea de matemáticas – la miré fijamente.

Violetta

– bueno… – le respondí algo insegura, pese a que Max me cayó super bien desde el principio no sabía si confiar en él para ese tipo de cosas.

En eso sentí como Max se acercaba a mí para abrazarme – puedes confiar en mí – me dijo mientras me abrazaba.

– está bien – le dije a Max mientras nos subíamos al auto.

El camino hacia mi casa fue corto, cuando llegamos armé rápido una mochila con ropa para un par de días y mis peluches para continuar camino a donde vive Max.

Maxwell

Verla sentada en el puesto de copiloto me generó muchas emociones y dudas.

– ya casi llegamos – le dije dándome cuenta de que se había quedado dormida, no pasó mucho tiempo y la desperté para avisarle de que llegamos.

Violetta

Me dormí y cuando me di cuenta Max me estaba despertando para avisarme que ya habíamos llegado, su auto estaba estacionado en frente a una mansión muy grande – ¿e-esta es tu casa?– le pregunté a Max medio dormida.

– sí – me respondió él cargándome y llevándome a su habitación, estaba tan dormida que no me enteré de lo que había pasado.

Mawell

– por favor avísame cuando despierte – le dije a Will – tengo que ir a hablar con mi padre – le di una última mirada a donde estaba Vi y salí de la habitación dirigiéndome a su despacho, al llegar toque la puerta.

– adelante – escuché la voz ronca de mi padre.

– ya conseguí a mi mate – le dije sin tapujos, él me miró fijamente sin decir nada haciendo que en la estancia hubiera un silencio un tanto incómodo.

– ¿Me la presentarás? – rompió el silencio, en eso sentí como Will a través de nuestra conexión me avisaba de que Vi andaba despierta.

– con mucho gusto te la presento ahora mismo – salí del despacho para dirigirme a mi habitación.

Violetta

– Will ¿Qué haces aquí? – le pregunté algo sorprendida.

– yo también soy hombre lobo – me sonrió, en eso sentí llegar a Max.

– hola pequeña – me saludó acercándose a mí – hola – le respondí estirándome.

– mi padre quiere conocerte – se acercó y me abrazó, yo lo mire sin decir nada, en eso Will, Max y yo bajamos al despacho del alp

Capitulo 5

Rómulo

– adelante – dije al escuchar a mi hijo tocar la puerta, en eso vi como entraba con una chica bastante más baja que él.

– hola soy Violetta Taylor – se presentó ella, pese a que se veía segura al hablar podía notar que se sentía nerviosa al estar en frente a mí.

Maxwell

– ella es mi mate – le dije a mi padre con una sonrisa, él me miró sin decir nada haciendo que, otra vez, un silencio incómodo se instalara en la sala.

– espero poder serles de mucha ayuda – dijo Vi rompiendo el silencio y haciendo que en la cara de mi padre se dibujara una sonrisa.

– bueno Vi y yo tenemos mucha tarea que hacer – le dije a mi padre retirándome del despacho tomando la mano de Vi.

Violetta

Subimos a su habitación a hacer los deberes correspondientes. Después de hablar con el padre de Max me sentía más relajada.

– al terminar con los deberes de matemáticas me gustaría que me acompañaras a un sitio muy especial para mí – me dijo Max mirándome con una sonrisa.

– está bien – le respondí y acto seguido me concentré en terminar mis deberes para así tener el resto de la tarde-noche libre.

Maxwell

– necesito que te vendes los ojos –le dije a Vi estando en la entrada de la mansión, ella aceptó sin decir ni preguntar nada. Cuando se vendó los ojos la cargué en brazos y comencé a caminar a donde estaba enterrada mi madre.

Violetta

No podía ver nada, lo único que podía sentir era el caminar de Max y su respiración calmada. Pasado un rato sentí como mi cuerpo era apoyado en el suelo.

– listo – me dijo él ayudándome a quitarme la venda de los ojos, cuando lo hizo pude ver y detallar el lugar.

Un hermoso lago en el cual se reflejaba la luz de la luna y una lápida hecha en mármol que decía «en honor a nuestra difunta luna».

Maxwell

– esa lápida pertenece a mi madre – le dije mirándola fijamente – ella siempre me decía que cuando consiguiera a mi mate se la presentara.

– lo siento mucho – me dijo con los ojos llenos de lágrimas.

– no pasa nada pequeña – le dije abrazándola – hay alguien más que te quiere conocer – le dije dejando que Kyle tomara control de mi cuerpo.

Violetta

Cuando Max me dijo eso vi como sus ojos color miel se convertían en un negro intenso – ¡por fin me dejó salir! – me dijo Max con esa voz ronca que ya se me hacía familiar.

– ¿Kyle? – lo miré fijamente sintiéndome algo extraña – a su servicio – me dijo haciendo una reverencia, al ver ese gesto que había tenido el lobo me eché a reír. En eso los ojos de Max volvieron a su color normal.

Maxwell

– ¿quieres ver cómo es mi forma lobuna? – le dije con una sonrisa pícara a lo que ella me miró fijamente y asintió.

Violetta

Cuando vi que Max se empezaba a desnudar le di la espalda muy apenada y con un color rojo en mis mejillas.

– ¿ocurre algo pequeña? – me preguntó entre risas

– no ¿por? – en eso Max no me respondió y a cambio sentí cómo algo me olfateaba el oído, cuando me di la vuelta detrás de mí había un enorme lobo blanco de dos metros de altura

Capitulo 6

Violetta

Al principio me dio miedo ver a ese gran lobo pero después supe que era Max, «no te preocupes» escuché a alguien decirme, al buscar y no conseguir a nadie me di cuenta de que era Max el que me hablaba en su forma lobuna.

– está bien – dije mirándolo fijamente y acercándome. En eso vi cómo el lobo se me acercaba lentamente con las orejas hacia atrás.

«Espero no asustarte» me dijo – no te preocupes – dije abrazándole, ese gesto hizo que a Max en su imponente forma lobuna se le llenaran los ojos de lágrimas.

Maxwell

Cuando me transformé en lobo le pedí a Kyle que no tomara completamente el control de mi cuerpo, quería estar consciente de la reacción de Vi ante mi forma lobuna.

– sube – le dije agachándome para estar a su altura, ella se subió a mi lomo y empecé a caminar por el bosque.

Sentirla a ella era muy agradable, su tacto era como la seda.

Violetta

El paseo estaba siendo muy agradable pero ya empezaba a hacer frío, en eso sentí cómo Max esponjaba su pelaje para darme algo de calor.

– Gracias – le dije en medio de un bostezo. Este siguió unos minutos más y después nos fuimos de regreso a la mansión.

Maxwell

– ¿qué te pareció mi forma lobuna? – le pregunté una vez llegamos a la mansión.

– me gustó mucho – me respondió ella.

En eso sonó la alarma de ataque, al escucharla llamé a Will para que escoltara a Vi al refugio.

Will

– tienes que acompañarme – le dije a Vi.

– no quiero, quiero quedarme con Max – me dijo ella, en eso para poderla llevar al refugio la cargué sobre mi hombro como un saco de papas.

Violetta

– ¡Déjame! – le ordené a Will pero él no me hizo caso, él me llevó a la oficina del padre de Max pero no nos quedamos ahí, bajamos por un pasadizo hasta llegar a una sala en la que estaban todos los niños, mujeres y personas mayores.

– ¿qué está pasando? – le pregunté a Will muy preocupada.

– la manada está bajo ataque – me dijo Will dejándome sobre la cama de la habitación principal del refugio.

– ¿Y Max? – pregunté mirando a todos lados, en eso sentí como el pánico me invadía haciendo que una energía extraña brotara de mi cuerpo.

Capítulo 7

Will

Cuando me disponía a calmarla sentí como una onda de energía salía de ella y se dispersaba por todo el refugio, acto seguido vi como se desmayaba.

Antes de que llegara al suelo, la tomé en mis brazos – Max ¿todo bien allá fuera? – le pregunté a través de nuestro link.

– sí, todo bien, ya estoy de camino al refugio – me dijo cerrando el link.

Pasado un rato llegó Max todo golpeado y rasguñado.

Maxwell

– creo que tu chica no es del todo humana – me dijo Will al llegar con él y Vi.

– ¿Por qué dices eso? – le pregunté muy extrañado, Will me contó todo lo ocurrido y yo lo que hacía mientras tanto era mirarla, se veía tan frágil que no podía creer lo que mi mejor amigo me contaba.

– Max – me llamó ella desde la cama, se veía débil así que cuando despertó llamé al doctor de la manada para que la revisara.

Violetta

– me tenías preocupada – le dije viendo como se acercaba a mí con el doctor.

– no tienes nada de que preocuparte – me dijo con una sonrisa mientras el doctor me chequeaba, cuando este terminó le dio el diagnóstico a Max y me recomendó que guardara reposo por una semana y tomara un multivitamínico para fortalecer mis defensas.

Maxwell

– señor – entró la sacerdotisa de la manada haciendo una reverencia.

– hola Sophie – la saludé de vuelta.

– tiene que cuidar mucho de su luna, ella no es humana y tiene un poder tan grande que va a haber gente que quiera hacerse con él para sembrar el caos – me dijo, eso despertó mi curiosidad así que me dirigí al despacho de mi padre para investigar más al respecto y convocar una reunión con los padres de la futura luna de la manada.

Después volví con Vi para hablar con ella, el protocolo de la manada dice que después de ser atacados los habitantes se tienen que quedar en el refugio un par de días por si se repite otro ataque.

– ¿Cómo te sientes? – le pregunté a Vi acercándome a ella y tomándola de la mano.

– cansada – me respondió ella mirándome fijamente y haciendo una mueca de disgusto.

– yo me quedaré esta semana cuidando de ti – le dije con una sonrisa dejándole un tierno beso en su frente.

Violetta

– ¡No puedes faltar a clases! – le dije a Max algo preocupada – no te preocupes pequeña, ya después hablaré con el director – me sonrió.

Esos dos días en el refugio pasaron muy lentos, Max me había hablado sobre el protocolo post ataque y se me hacía muy aburrido no poder salir, pero, a cambio tuve la oportunidad de conocer a los integrantes de la manada más a fondo.

– ya es hora de volver a la mansión – me dijo Max acercándose a mí y tomándome en brazos.

– ¿tu princesa va a volver por fin a su castillo? – le pregunté entre risas y él asintió con la cabeza.

Maxwell

– pues tu princesa tiene hambre – me dice haciendo un tierno puchero que me parece adorable.

– ¿qué quiere comer la princesa? – le sigo el juego mientras llegamos a la sala y la dejo en uno de los grandes sofás de la estancia.

– tu princesa quiere ¡Pizza! – exclama con un tono aniñado.

– está bien – sonrió – iré a buscar pizza para comer – le dejo un tierno beso en la frente.



Capitulo 8

Violetta

– quiero ir contigo ¿puedo? – le pongo ojos de perrito regañado.

– aún no puedes salir – me dijo Max rodando los ojos.

– por favor – supliqué – ya estoy aburrida de tanto encierro –

– está bien – me dijo Max haciendo una mueca de disgusto.

En eso me fui a cambiar, me puse un pantalón y una sudadera sobre una camisa manga larga.

– estoy lista – le dije a Max bajando las escaleras y dirigiéndome al auto con Max.

En el camino al pueblo por el bosque no podía dejar de pensar en la conversación que tuvo Max con esa señora después de lo que me había ocurrido al estar lejos de mi chico esa noche.

– ¿De qué sabor quieres la pizza? – me preguntó Max haciendo que saliera de mis pensamientos.

– de champiñones con queso – le respondí algo seca y distante, en eso Max me miró algo extrañado.

Maxwell

– ¿Te encuentras bien? – le pregunté a Vi algo preocupado, nunca la había visto que me contestara de esa forma.

– disculpa solo pensaba en algo – me dijo forzando una sonrisa.

– ¿Puedo saber qué te tiene tan distante? – pese a que podía leerle la mente por nuestra conexión no lo hacía por respeto a su privacidad.

– no dejo de pensar en lo que te dijo esa señora, si yo no soy humana ¿qué soy? ¿quién soy? – me dijo en un tono de melancolía y pesar.

– no te preocupes yo me estoy dando la tarea de investigar, pero para eso necesito que me ayudes contándome un poco más de ti cuando lleguemos a casa – en eso llegamos a la pizzería.

– hola Sam ponme lo de siempre más una pizza de champiñones con queso para llevar por favor – saludé al cajero que es compañero de equipo y acto seguido pagué la orden.

– hola Max –me saludó el chico tomando mi orden.

En eso tomamos asiento para esperar a que nuestra orden esté lista, notarla tan distante me duele en lo más profundo de mi ser pero sabía que había algo en ella que estaba ahí pero ella no sabía nada de su pasado.

– yo no conozco a mis verdaderos padres – me soltó de repente sin yo haberle preguntado nada.

– si quieres hablamos al llegar a casa sobre eso – en eso llegó una camarera con nuestro pedido para llevar, acto seguido nos dirigimos al auto para emprender el camino a casa.

– ¿para quién es la tercera pizza? – me preguntó algo intrigada.

– para Will, siempre se molesta si no lo invito a comer pizza – le dije entre risas a lo que ella me sonrió levemente.

Violetta

En eso llegamos a casa bajando las cajas de pizza.

– huele a pizza – apareció Will de la nada – me trajiste ¿verdad? – miró a Max con una mirada retadora a lo cual él asintió con la cabeza.

La hora de comida pasó muy tranquila y rápida, después de comer Max y yo subimos a la habitación a conversar sobre el tema que teníamos pendiente.

– si quieres hablar al respecto estoy para escucharte – me dijo Max con una cálida sonrisa

Capitulo 9

Maxwell

– soy adoptada, no sé nada de mis verdaderos padres – me dijo mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.

– no te preocupes, haré todo lo posible por ayudarte a averiguar tu pasado – le respondí hundiéndome con ella en un abrazo y consolandola hasta que se quedó dormida.

Cuando ya dormía decidí salir un rato a correr por el bosque a drenar un poco todas las dudas que tenía con lo que me había contado mi chica.

Cuando me acerqué y adentré lo suficiente en el bosque me quité la ropa, la escondí en un árbol, me transformé en lobo y empecé a correr por el bosque, no solo el tema de mi chica me tenía preocupado también el tema de que en un par de meses sería ascendido al puesto de alpha de la manada, no me sentía preparado pero sabía que era mi deber y como hijo único del actual alpha de la manada Luna Nova me tocaba ser el sucesor de mi padre.

En eso llegué a donde estaba la tumba de mi madre.

– cómo desearía que estuvieras aquí – empecé a hablar transformándome otra vez en humano y esperando a que ella me contestara.

– ya no sé qué hacer – me senté en el suelo al lado de su lápida, en eso sentí cómo la luna llena se reflejaba más en el lago.

“Yo sé que tú puedes con esto” escuché una voz conocida cuando miré al lago ahí estaba ella.

– cómo me gustaría que estuvieras aquí para que me pudieras guiar, ya no sé qué hacer y verla tan triste me parte el alma – le dije acercándome a ella.

Cuando la fui a abrazar ella se desvaneció, “tú puedes hacerlo” fue lo que me dijo antes de desvanecerse por completo, lo que me dejó esa conversación fue determinación, estaba determinado a seguir adelante, ayudar y proteger a mi chica.

Ya habiendo llegado a la mansión subí rápido a mi habitación y la encontré dormida, transmitía una paz que me tranquilizaba mucho.

Sin hacer mucho ruido me puse un pantalón de pijama, me acosté con ella y la abracé hasta quedarme dormido.

Violetta

A la mañana siguiente me desperté y cuando me fui a parar para preparar el desayuno unos brazos me tenían atrapada, cuando me di la vuelta pude notar que Max aún dormía.

– buenos días bello durmiente – le dije haciéndole un gesto de cariño en el cabello mientras me daba media vuelta y lo miraba fijamente.

De repente sentí como sus brazos me apretaban para acortar la poca distancia que teníamos y fundirnos en un beso.

– buenos días mi reina – me saludó él con una voz de recién levantado que me pareció muy sexy.

Cuando se estiró pude notar lo bien formado que estaba su cuerpo, me imagino que al ser hombre lobo y hacer tanto ejercicio podía estar así de marcado.

– ¿Bajamos a desayunar? – me preguntó sacándome de mis pensamientos.

Maxwell

– está bien – me respondió ella algo distraída y con la mirada fija en mí – puedes dejar de disimular – le dije al darme cuenta de aquella mirada fija en mí fue lo que provocó que sus mejillas se tiñeran por un bonito y adorable sonrojo.

Cuando bajamos a desayunar ya mi padre y Will estaban en la cocina charlando animadamente.

– ¿Listo para la semana de terror? – me preguntó Will cuando notó mi presencia y la de Vi.

Capitulo 10

Violetta

– ¿Semana de terror? – le pregunté a Max, él acto seguido le echó una mirada fulminante a Will.

– así le decimos a nuestra semana de celo – me dijo Max algo incómodo – en esa semana nuestros instintos de lobo se hacen más presentes volviéndonos más agresivos – me comentó ya más relajado.

En eso sonó el celular de Max interrumpiendo por completo nuestra conversación, está fue una llamada algo corta.

– Steve nos está invitando a una reunión en su casa este sábado – nos notificó a mí y a Will – ¿Quieres venir con nosotros? – me preguntó Max mientras desayunamos.

– está bien – le respondí con una sonrisa. Como era la nueva del instituto me pareció una buena idea acompañar a Max y Will a esa reunión para socializar con la gente del instituto.

La semana restante pasó muy rápido, donde hablamos con más detalle sobre el celo de los hombres lobo y también sobre su ascenso a alpha de la manada que sería en un mes y medio, también me comentó sobre una marca que le hacían los hombres lobo a su pareja para fortalecer el vínculo que los unía.

Maxwell

Ya había llegado el sábado y nos andábamos arreglando para salir a la reunión que nos invitaron, Will había salido más temprano para ir a buscar a su mate que vive a las afueras del pueblo del lado opuesto a nuestra manada.

– qué bonito se ve el bosque nevado – me dijo Vi muy emocionada buscando ropa abrigada que ponerse.

Al terminar de acomodarnos bajamos al auto, mientras lo desbloqueaba sentí como algo frío impactaba en mi cuello, cuando me di la vuelta vi a la autora de tal sensación que se reía y hacía otra bola de nieve sin darse cuenta de que yo la miraba.

– ¿Vas a subir al auto? – le pregunté antes de que tirara ese proyectil helado – está bien – me dijo soltando la bola de nieve y subiéndose al auto mientras hacían puchero.

Cuando encendí el auto puse la calefacción a temperatura media y emprendimos el camino hasta la zona de clase alta del pueblo, al sector al que íbamos era uno pequeño con casas lujosas que quedaba muy cerca del pueblo.

A medio camino hicimos una parada en un mercado para comprar algo de tomar y de picar.

Al llegar a nuestro destino, nos bajamos del auto, nos acercamos al porche y procedí a tocar el timbre. Acto seguido apareció Steve abriendo la puerta.

– bienvenidos – nos dijo haciéndonos un gesto para que pasáramos, en eso ubiqué a Will que estaba con Vanessa.

– ¿Todo bien? – le pregunté a Vanessa y Will, cuando me di cuenta Vi andaba mirando fijamente a Vanessa.

– ella es Violetta Taylor, mi novia – le dije a Vanessa tomando a Vi de la mano.

Violetta

– mucho gusto, soy Vanessa Donovan – me saludó ella, en eso los cuatro nos dirigimos al jardín donde había una hoguera acompañada por el resto del equipo y una gran mesa con bebidas, golosinas para calentar en la hoguera y pinchos de fruta al lado de una gran fuente de chocolate.

– qué lujo – dije mirando a mi alrededor – ¿Tú crees? – me preguntó Steve haciendo que me fijara en él.

Su contextura era delgada, su piel era blanca, su cabello negro y cuando me habló creí ver unos colmillos sobresalir de su perfecta dentadura. Su vestimenta negra ayudó a que un aire de misterio se añadiera a su persona.

– soy Steve James Smith – se presentó él mirándome fijamente.

– soy Violetta Taylor, mucho gusto – me presenté de vuelta dirigiéndome a la mesa donde se encontraba la comida, tomando un pincho de mashmellows y acercándome a donde estaba Max hablando con sus compañeros.



Capitulo 11

Maxwell

Cuando vi a mi chica disfrutando de la tarde y hablando con mis compañeros me puse muy feliz, no podía dejar de mirarla.

– Max ¿Te encuentras bien? – me preguntó Simon – faltaste toda La semana y nos tenías preocupados – me hizo la observación.

– mi chica se enfermó y tuve que cuidar de ella durante toda la semana – medio mentí, no le iba a contar a mis amigos humanos nuestro secreto, la única que lo sabía además de Vi era Vannesa por ser la mate de mi mejor amigo y futuro beta de la manada.

En eso me disculpé y llamé a Vanessa para pedirle un favor – necesito que le hagas compañía a Vi la semana que dure nuestro celo – le dije algo bajo para que no nos escucharán.

– ella adquirió la vieja cabaña que está a las afueras del bosque en los límites de mi territorio y no me gustaría que se quedará sola – le expresé mis inquietudes a Vanessa.

– está bien – me respondió ella.

– ¡Guerra de bolas de nieve! – grito mi chica haciendo que en el enorme jardín de esa casa se formará una batalla campal de bolas de nieve.

Vannesa y yo nos dirigimos al campo de batalla recibiendo muchos proyectiles helados, en esos momentos pensaba en mi madre y en como ella solita hacer cosas espontáneas para animarme.

Pasado un rato la guerra acabó en una apacible tregua y la tarde terminó de pasar muy agradable.

Al llegar la noche ya era hora de regresar a casa, cómo siempre Will había salido un poco más temprano para llevar a Vanessa a su casa.

– ¿La pasaste bien? – le pregunté mientras manejábamos de vuelta a nuestra manada, ella asintió con la cabeza y bostezó acurrucándose en el puesto de copiloto y apoyando su cabeza en la puerta.

«Que rápido te quedas dormida» pensé para mis adentros, en el viaje hice una parada para comprar la cena, está fue rápida, ya que tenía planeado preparar una ensalada.

– cariño ya llegamos a casa – la desperté con mucho cuidado y cariño.

Violetta

Cuando me desperté ya habíamos llegado a casa, al entrar vi que la chimenea que se encontraba en la sala estaba encendida y me dirijo hacia esa zona a tomar un poco de calor.

– iré a hacer la cena – me dijo Max acercándose a mí y dándome un beso.

– hoy prepararé ensalada de atún – dijo dirigiéndose a la cocina, en eso me volvió a invadir el sueño a tal punto que me volví a dormir.

Cuando desperté no estaba en la sala de la mansión, estaba en un sitio oscuro y frío.

“Hija mía” escuché cómo alguien me llamaba, esas palabras resonaban en mi cabeza hasta que apareció una mujer de mi estatura y con el cabello largo de olor negro.

Cuando se me acerco un flashback me invadió de golpe la mente.

En este una señora hablaba con la persona que por mucho tiempo pensé que era mi madre, cuando vi eso me di cuenta de quien era la persona que se me había presentado en ese sueño tan raro.

Mawell

Cuando la fui a buscar para ir a cenar la vi en el sofá hecha bola y sudando frío, cuando me acerque a ella pude notar que hablaba dormida.

Tomé una manta ta las que había dobladas en el sofá y la abracé enrollándola en la manta.

Ese gesto hizo que ella se relajara acomodándose en mis brazos

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS