Ahora… Nuestro Tiempo

Ahora… Nuestro Tiempo

Heidy Cárdenas

30/11/2017

Él:

-Solo una noche bastó para superar con… la inmensidad del universo, todos mis delirios, todas las veces que soñaba con darte un beso, con hacerte un mimo, y en algunas ocasiones me atreví, mientras dormías, cuando ya no podía… sofocar, los reclamos de mi alma, agotada, cuando el sentimiento estallaba a través de cada poro de mi piel… como una intensa luz hiriente, no sabes cómo duele eso… ser el recipiente de… de un amor, que al ser rechazado se vuelve contra ti, como el más cruel de tus verdugos.

Pero lo peor de todo esto, ¿sabes qué es? Que puedo ver en tu mirada el mismo fuego que siento yo… la diferencia, es que, no sé de dónde sacas la fuerza para destruir algo que no pretendía dañarte, al menos, debiste dejarlo ser.

Se que este matrimonio no es real para ti, es sólo un pasaje, la luz verde que necesitabas para continuar tu proyecto sin comprometer tu vida, pero yo… ya te quería… y tu lo sabías.

…Cuando me casé contigo sabía que iba a exponerme a tus rechazos e indiferencia, pero lo hice… porque tu vida siempre ha estado por encima de mi corazón, desde que te conocí, lo quiera o no, tenía que protegerte yo mismo, o no iba a estar tranquilo…

…¿nunca te diste cuenta que, sólo hay una razón para que un hombre arriesgue tanto por una mujer? ¿ah?

Que el Cielo perdone tu indolencia… ¿nunca viste como me dañaba tu indiferencia?… mi corazón tiembla cada vez que siento tu voz, es como si presintiera que vas a herirlo y aun así no se defiende… como si esperara morir humildemente, sin reproches.

Ella:

-En ese momento no sabía quién eras Dave, me ocultaste muchas cosas, y me dejaste ver una faceta cruel, inhumana, que en realidad no tienes, me confundiste. Ahora comprendo porqué lo hacías, y entiendo cuánto te costó; sé, que de no haber sido por la implacable fuerza de tu amor, que te hizo resistir tanto, ambos estaríamos huyendo de un enemigo poderoso, o quizá, ya seríamos sus víctimas.

Y no, no sabía si toda tu generosidad se debía a un interés genuino en mí o a las grandes ambiciones que me hiciste creer que tenías.

Y sí, tienes toda la razón, ya no puedo ocultar que mi sangre arde como la lava, enloquecida golpea mis venas como si quisiera reventarlas… no sé qué me has hecho amor, pero si antes mi mente, tan radicalmente razonable, me dictaba lo que debía hacer en cada momento, ahora, es el corazón traicionero y cobarde el que palpita dócilmente con solo sentir tu mirada.

Nunca quise hacerte daño y por eso me fui antes de que tu corazón se aferrara a mi, quería dejar todo y no volver nunca más, escapar de tu amor con mi dolor, porque pensé que ese amor era débil, más bien, una obsesión que confundías con tus ambiciones, pensé que yo era sólo una pieza en todo tu juego, nada importante para ti, que podrías olvidarme fácilmente, aunque yo me quedara con todo tu recuerdo.

Pero ¿ya ves? tuve que regresar, la vida vuelve a unirnos, y mi alma no deja de suplicar descansar en ti, ansía la dulce calidez de tus brazos, el suave arrullo de tu corazón, siento que me arrastra a ti como si fueras la fuente que calma su sed… ahora todo es distinto, ya nadie nos persigue, ya sé quién eres y qué sientes, y tu sabes que todo mi ser muere por ti.

-Cuando te fuiste me condenaste a la angustia del vacío, cada vez que te recordaba sentía que me arrancabas una y otra vez el corazón del pecho… y no podía evitarlo, nunca pude olvidar la sensación… la dulce sensación de tu mirada, de tu piel y tu cuerpo.

-¿Crees que yo no sentía lo mismo?

-¿Por qué no regresaste? entonces, ¿porqué no confiaste en mí?.

-Por tu reacción. Si comprendieras que ahora depende de nosotros ser superiores a todo lo que pasó, y dejarlo dónde está, en el pasado, entenderías que es nuestro turno de vivir la plenitud de este amor.

-No me pidas que olvide lo que te hizo ese infeliz.

-Tenemos la suerte de romper todo vínculo con lo que tanto daño nos hizo… ¿porqué no dejarlo atrás?

-Eres mi vida… eres mi vida, lo sabes… y él casi destruye mi vida.

-Pero no lo logró, aquí estoy, y te necesito, quiero sanar junto a ti, quiero olvidar y renacer. Porque hay una vida a la cual nos debemos. Ya no somos solo tu y yo.

-¿Volverás a irte?

-Nunca más.

-¿Comprendes que… ya no podría resistir la agonía que me hizo vivir tu ausencia?

-Déjame abrazarte

-Si volvieras a irte, juro que te arrancaré de mi corazón con todo el dolor que me produzca… serás libre, pero no podría dejar que te lleves al niño.

-No por favor… no me amenaces.

-No llores… no te amenazo, no sería yo quién te aleje del niño, serías tu quién nos abandone.

-Te he dicho que no me iré nunca más… creeme… déjame abrazarte… bésame… alejarme de ti, sería morir, y yo quiero vivir, este es nuestro tiempo.

-Te amo, con la profundidad del mar.

-Te amo, con el ardor de las estrellas.

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