Una mañana que pintaba humedecida, se abría camino entre muchos circulando; un pensamiento preguntándome ¿hasta cuando?, desayuno caldo con arepa precocida.
Queso, pastel y chocolate, luego de una gran porción de fruta; me encaminó pues por esa ruta, y escucho el estomago que late.
El mismo alimento en la mañana, parecía un castigo insoportable; entonces ordeno mi cabeza.
Muchos seres desean con tal gana, unas gotas de dulce agua potable; el hambre los envuelve en la pobreza.
OPINIONES Y COMENTARIOS