La fortuna que poseo

La fortuna que poseo

Una mañana que pintaba humedecida, se abría camino entre muchos circulando; un pensamiento preguntándome ¿hasta cuando?, desayuno caldo con arepa precocida.

Queso, pastel y chocolate, luego de una gran porción de fruta; me encaminó  pues por esa ruta, y escucho el estomago que late.

El mismo alimento en la mañana, parecía un castigo insoportable; entonces ordeno mi cabeza.

Muchos seres desean con tal gana, unas gotas de dulce agua potable; el hambre los envuelve en la pobreza. 

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS