—Buenos días, como saben estamos aquí reunidos para determinar si hay suficientes evidencias para prohibir a toda la población el uso de la palabra AMOR. Como se desarrolla en el dossier que les hemos enviado, es el término más problemático de todo el vocabulario en cualquiera de las lenguas habladas de nuestro planeta. Tiene miles de connotaciones y se ha tenido que escribir un tomo a parte dentro del diccionario para desarrollar todas ellas, quedando a cada instante obsoleto ya que cada semana nos envían nuevas formas de ser aplicada.
»Este vocablo se ha cargado de tantos significados que se ha vuelto inabarcable. Ni los agentes de control lingüístico pueden ponerle límites. Se aplica tanto en la vida cotidiana como en materias científicas y humanísticas. Lo encontramos como nombre propio y apellido, apelativos e insultos, en multitud de expresiones, saludos y despedidas, forma parte de movimientos culturales, canciones y programas de televisión, genera conceptos extremadamente complejos como “Amor de Dios”, llena ríos de tinta en novelas y ensayos, y un largo etc. Dando lugar a un gran caos, por su omnipotencia y omnipresencia.
»Dentro de todos los informes aportados a este gabinete de crisis, el de las autoridades judiciales requiere especial atención por la gravedad de su contenido. Se ha observado que la palabra es tan confusa e inexacta, que mentes no capacitadas o enfermas justifican asesinatos, violaciones y ataques en nombre del AMOR. El problema es tan insostenible que, en mentes sin patologías, e incluso algunas de ellas brillantes, se produce casos de agresiones verbales o físicas entre padres e hijos, parejas o compañeros, por AMOR.
»Hay que poner orden en este asunto. Crear nuevos términos para diferenciar conceptos, acotar significados, eliminar prácticas que llevan a la confusión, educar a la población y fomentar la higiene lingüística.
»Por el bien de la humanidad y para erradicar esta pandemia, pedimos que se considere al AMOR culpable de todos los hechos de los que se le acusa y acabar así con esta lacra. De este modo, quedará en el olvido y sólo será un triste capítulo de nuestra historia. Rogamos que se prohíba su uso, tanto en ambientes públicos como privados, en expresiones orales, escritas, artísticas o cualquier forma de comunicación existente.
»Proponemos que, para su total exterminación, se cree una nueva institución que se ocupe de esta misión y se organice en distintos departamentos. El de la creación y definición de al menos treinta y tres nuevos conceptos que la sustituyan. Otro para la corrección de todos los textos escritos existentes. Y, por último, para la educación y control del nuevo código. Gracias a estas medidas conseguiremos una nueva normalidad más saludable en el menor tiempo posible.
Meses más tarde…
—Buenas noches, emitiendo en directo desde una de las obras de arte Love de Robert Indiana, donde desde hace unas horas, miles de ciudadanos se han aglomerado para rendir homenaje al que sin duda ha sido el término de mayor transcendencia de la historia de la humanidad. Convocados por redes sociales y de manera altruista, artistas de todas las disciplinas llenan los alrededores. Se han organizado para interpretar canciones, realizar dibujos y diversos espectáculos, donde el único protagonista es el AMOR. Es la manera de estas personas de manifestar su tristeza y su duelo por esta gran pérdida.
»En unas horas entra en vigor la ley que prohíbe el uso de AMOR en cualquier forma de expresión. Mañana se llevará a cabo la retirada de esta escultura con altas medidas de seguridad, aunque influencers de todas las comunidades han pedido a sus seguidores que eviten todo tipo de violencia haciendo honor a lo que para muchos fue el verdadero y único significado del término AMOR. Paso la conexión a mi compañera.
—Muchas gracias. A unas manzanas de donde te encuentras, la gran manifestación a favor de la libre expresión se encamina hacia el centro de la ciudad. Líderes de diferentes plataformas encabezan esta marcha con una gran pancarta con el lema «Libertad para las palabras». En el manifiesto publicado para este acto han declarado: «La divulgación de ideas y el uso abierto de cualquier vocablo, aunque en ocasiones nos lleven a drásticos escenarios y se desarrollen de manera inexacta y torpe, es lo que nos caracteriza como especie y nos han hecho evolucionar a lo largo de nuestra historia». De esta manera piden que no se vuelva a repetir este hecho y nunca más tengamos que despedir a ningún otro concepto.
»Estos homenajes se repiten a lo largo del planeta. Y aunque cada pueblo y cultura afrontan este último adiós de una manera diferente, en todos los encuentros se respira, lo que se podría decir, un ambiente de AMOR.
Años más tarde…
—Buenas tardes señor, la que no puede ser nombrada ha quedado eliminada del último libro registrado. Nuestro equipo ha finalizado su labor y quedamos a su disposición.
—Al igual que el resto de departamentos, el suyo también quedará clausurado en unos días.
—Gracias. Señor…
—Dígame.
—A veces me pregunto si todo esto ha tenido sentido.
—Obviamente lo ha tenido, era algo necesario.
—Mi hijo estuvo en las manifestaciones y a veces creo que tenía algo de razón. Quizás tuvieron que dejar vivir a la que no puede ser nombrada.
—Explíquese.
—Ninguna palabra es igual para todos, cada uno le aporta su aroma, su historia. Para mí el mar no es lo mismo que para usted y está claro lo que es el mar.
—Pero el mar no produce asesinatos, conflictos bélicos ni suicidios. Era un huracán que engullía todo sin diferenciar lo bueno de lo malo.
—Puede ser… pero también hacía reflexionar. No sé… yo creo que las personas que tenían valentía, se ponían delante de ese huracán, como usted dice, y en silencio lo contemplaban. Los afortunados sentían como una semillita crecía en ellos. La regaban y se convertía en un árbol que daba sentido a toda su existencia. Encontraban la respuesta a la gran pregunta de la humanidad.
—No entiendo lo que dice. Valentía es otra cosa, por favor revíselo en el diccionario. Y sin duda alguna, la gran pregunta de la humanidad nada tiene que ver con semillitas. Creo que necesita descansar, ha pasado demasiado tiempo con la que no debe ser nombrada.
—Puede ser… demasiados libros leídos en los últimos años. Perdón, defecto de profesión. En fin… gracias por su tiempo.
—A usted por su servicio.
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