Se volvió sombra, la Luz se volvió su peor obstáculo, era como si su reflejo se ocultara detrás de un espejo, una silueta perfecta de un cuerpo opaco, al que la Luz adormecía y robaba vida. Y el perfeccionista en su sentir vio como desaparecía, y llegó el amanecer nació un nuevo día; y aquel desdichado sin fuerzas y aliento un recuerdo la volvía. La impregnara en su mente, en medio de la agonía; vivirá en su alma….

Habitara un recuerdo imborrable e inamovible pues la realidad de su ser así lo quiere y desea, se convirtió en lo efímero de sus sentimientos y en lo eterno de su ser. Plasmó en su piel su eternidad sin que nadie más de allí pueda quitarle, dejó una huella indeleble; un recuerdo que va más lejos de lo que su mente puede imaginar.

Se hizo eterna ante lo opaco de su realidad, pues con todo en su contra logro permanecer en su mente sin que se percatarse de que aún su recuerdo yacía en su interior, en lo más profundo de si y en lo más íntimo de su esencia. Se instaló como quiso que fuese en su subconsciente siendo así para siempre un recuerdo consciente de aquel quien en su momento un recuerdo pretendió volverla.

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