Siempre odie los días festivos en mi casa. La navidad era triste, lamentable, solitaria, recuerdo desde pequeña mirar a mis papas como cocinaban el mejor menú del año, entusiasmados, comerla, simulando que no estábamos los tres demasiado tristes como para disfrutarla, luego mi mamá se sentaba al lado del árbol, su trabajo era entregar los regalos,mi papá con su vaso en la mano, como siempre, y yo… ahí, tratando con todas mis fuerzas no llorar ni enfurecerme con mis hermanas por no estar ahí ese día un año mas, como si no fuera suficiente para una niña ver como sus padres envejecían y se derrumbaban cada día.
Las navidades eran horribles, luego de abrir los regalos que ya poca alegría me daban, me encerraba en mi cuarto, escuchando la música a todo volumen de mis vecinos imaginándome que todos estaban pasando un mejor momento de lo que nosotros estábamos, escuchaba a los niños en la calle presumiendo sus nuevos regales, escuchaba como mis papás subían cada vez mas la música y los vasos llenos hasta el tope aumentaban, recuerdo llorar cada año ese misma noche deseando y jurando que el próximo año seria mejor, que no está tan mal, tengo a mis padres, mis padres me tienen a mi, que mas podría necesitar?
Me acurruco contra mis sabanas, siempre tenía este sueño que era mas como una sensación, dolía, sentía como si estuviera atrapada, perseguida, este sueño no tenia una imagen, simplemente sentía esta desesperación, la ultima vez que tuve este sueño fue una noche de navidad, recuerdo que dolía tanto que desperté tan asustada, me levante y lloré tan fuerte y baje a buscar a mi mamá, ahí estaba ella, riendo en el patio con mi papa escuchando la música de mis vecinos, subí a mi habitación y intente dormir.
Me pregunto que habrá pasado con ese sueño.
Que habrá pasado con mi familia.
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