Esperanzas.

Mariana tenía 38 años, era una dulce profesora de Practicas del lenguaje y Literatura, desempeñaba su docencia en varios secundarios de la localidad donde vivía, amaba su vocación, le llenaba el alma enseñar y repartía amor a cada persona que se cruzará en su camino, era un ser de luz. A mitad de año empezó a sentirse agotada, creía que era un cansancio normal y decidió dejar algunas horas en la escuela para trabajar un poco menos, pero se equivocaba, un día decidió viajar a hacerse estudios ya que luego de una extracción de muela su herida no sanaba.

En La Plata fue evaluada por varios médicos y luego de arduos estudios fue diagnosticada con Cancer en la sangre – Leucemia, inmediatamente la ingresaron a la clínica e iniciaron con la quimioterapia. Luego de meses de innumerables tratamientos indescriptibles le dicen que necesitaba un transplante de Medula Ósea, su hermana Beatriz fue compatible al 100% por lo que el transplante fue un éxito, sin embargo las cosas no son tan sencillas como parecen. Su cuerpo desarrolló EICH – Enfermedad injerto contra huésped, lo que hacía mas lenta y tediosa su recuperación, estaba en una «burbuja» sin contacto con el exterior ni con su familia, pero no se daba por vencida, tenía tantas metas y proyectos por cumplir que el resto parecía minúsculo.

A los seis meses le dan el alta, vuelve a su casa esperanzada aunque con muy bajo peso y sin defensas, por lo que debía tener mucho cuidado y no se le permitía salir de su casa, eso la afligía inmensamente. Su familia le entregaba todo el cariño y contención que ella necesitaba y nuevamente se encendían las esperanzas.

Llegado el momento de la revisión viajó a la clínica para hacerse una punción lumbar y corroborar que todo siguiera bien, en el procedimiento Mariana se contagió de una Neumonía intrahospitalaria, lo que complicó su condición ya que en un procedimiento de urgencia anteriormente, había sufrido un colapso pulmonar al ser insertado mal su catéter. La tuvieron en cuidados en intensivos por varias semanas y en una nueva urgencia le causaron un nuevo colapso pulmonar en su pulmón sano.

La familia iba perdiendo las esperanzas a medida que pasaban los días y ella no mejoraba, estaba sedada y conectada a un respirador por traqueotomía. Una tarde llaman a su familia y les explican su sorpresa al ver que a Mariana se le había desconectado el respirador infundadamente y que había respirado por su cuenta hasta que lo notaron, desde ese momento una nueva luz aparecía en su camino, cualquier cambio generaba una emoción inmensa para todos los que la esperaban en casa.

Un nuevo día comenzó, como cualquier otro, gris, apagado. Mariana batallaba contra la enfermedad hacía dos años, estaba internada por una infección que todavía no habían detectado, empeoraba a cada minuto. Por la tarde suena el teléfono, era el Doctor que llevaba a cabo su tratamiento con carácter de informar que habían descubierto que la infección venía de la pleura y debían operarla con urgencia, una nueva esperanza se despertaba en todos sus seres queridos, habían pactado la operación para las 18.00 hs por lo que su familia decidió ir a ducharse y almorzar antes de volver a la clínica.

A las 17.30 hs vuelve a sonar el teléfono, la madre de Mariana atiende con millones de sentimientos encontrados esperando que le digan que la operación se había adelantado, para su sorpresa, le dicen que necesitaban que se presente en la clínica para discutir unos asuntos. Al llegar, los atiende el doctor de Mariana, les informa que ella había sufrido un paro cardíaco antes de poder subirla al Quirófano y que su cuerpo no había respondido a sus incansables esfuerzos por resucitarla. Mariana había fallecido, dejando a su familia totalmente devastada y, todas las esperanzas rotas.

Basado en hechos reales.

Con su mamá y su hermana Beatriz.

Con su mamá y sus sobrinos.

Con su gran amor.