La musa y el escritor

Hoy me preguntaron «¿como haces para escribir tanto? Pará crear cada historia, cada escrito, ¿que te inspira?»

Yo con una gran sonrisa dije «sienta te ya que te contaré la historia de la musa y del escritor»

Hace muchos siglos había un escritor oculto en un joven que se sentía insignificante, desde muy joven el escribía versos y poemas pero nunca se sintió tan bueno como para compartir su don, una noche de luna llena y un mar de estrellas el joven escribía admirando la belleza del cielo pero ni aún con esa belleza podía escribir algo impactante, algo que el sintiera que era bueno «Oh que castigo es tener este don sin sentir que lo utilizo con bien, ni la belleza natural del cielo puede causar esa chispa que llamamos inspiración, oh lord de las alturas acaso es un castigo este regalo» cada noche el joven no dormía bien ya que las letras inundaban su mente, tenía la necesidad de escribir pero al tomar la libreta todo se borraba de su mente, una noche de luna llena y cielo de Mar escucho una hermosa voz en la lejanía, camino con discreción hasta posarse en una gran roca, pudo observar a una hermosa joven tocando una citara, su dulce voz fue inundando los sentidos del joven que cerrando los ojos para poder sentir mucho mas, sus sentidos estaban extaciados por esa hermosa melodia, tomo su hoja de papel y comenzó a escribir, sus dedos iban moviendo se, el corazon y el alma eran quienes estaban escribiendo ese momento, sentia una recarga del alma era un trance que hacia sentirse mágico, se sentia libre, sentia tan ligero,termino de escribir con jadeos ya que sentia como si saliera de un gran trance, ve la hoja con muchas palabras que ni el recuerda que a puesto, guardo el papel e intento acercar se a la joven pero cuando decidió ir ella ya no estaba, su misteriosa musa se habia ido y necesitaba ver la de nuevo, necesitaba tanto sentirse completo.

Pasaron los días y el pobre escritor espero a la misteriosa musa en el mismo lugar, se estaba dando por vencido pero una noche que iba de regreso ya decepcionado al no verla no tan lejos de ahi volvio escuchar la voz, esa preciosa voz, corrio como si su vida dependiera de eso, se fue acercando lentamente sin saber que decir o hacer, cada noche sin ver la él le escribia varios escritos sobre esa misteriosa musa y su poder en él, sin ver la solo escuchar la él se sentía encantado era como si la hubiera estado esperando por años. Él joven escritor se acerco a la joven con tanta timidez que parecía ser parte del paisaje, con todo el valor que pudo encontrar aclaro su garganta y la joven se giro a ver lo y ahi fue donde el supo que frente a él estaba la mejor obra de arte creada por los dioses, solo ver la pudo hacer derretir su alma, en su rostro estaban miles de estrellas regadas por sus mejillas y su hermosa nariz, sus ojos brillaban como dos grandes soles, pero lo que más brillaba era su sonrisa, él con sólo ver esa sonrisa apenada sintió que hasta su vida se iluminó, con toda su pena y nerviosismo él le habló «Muy buenas noches mi bella dama lamento el infortunio de interrumpir su hermoso canto y claro los hermosos acordes que su citará canta» la joven con una sonrisa lo observó y ya sin pena alguna respondió «así que eres tú el que me observó la noche anterior ¿cierto?» se sonrojo un poco ya que pensó que su presencia no fue percibida «Discúlpeme por mí torpeza en el momento del disimulo» hace una reverencia en forma de disculpa «pero no pude no acercarme a escuchar vuestra hermosa voz» ella se sonrojo y pudo ver como un papel sobre salía de la ropa del joven, ella se lo quita y el intenta quitarse lo en lo cual falla, ella lee y sonríe enorme observando lo «así que tu eres mi misterioso escritor» el se sonrojo y asiente pero sin entender como sabia que escribia «hace unos días vi un joven escribiendo en una hoja de papel, pensé que era como ojos jovenes haciendo sus listas sobre tareas, alguna idiotez, pero sin querer él dejo caer otro trozo de papel y me acerca para recoger lo, lo leí y quedé encantada con sus dulces palabras, como él describía tanto a su amada» el pobre joven estaba más rojo que cualquier tomate y de sus bolsillo sacó más hojas «no sólo hay estas hay muchas más en mi casa, cada noche antes de dormir escribo algo para ti» la joven se sonroja al darse cuenta que era ella la musa que tanto hablaba su poema «no pude sacarte de mi mente y eso que solo conocía tu preciosa voz y ahora que pude verte creo no poder dejar de sentir esto» lentamente ellos rompieron su distancia hasta poder tocar los labios de cada uno, sentir su primer beso fue como tocar el cielo con las manos, ellos siguieron esa misma noche en el mismo lugar hablando de ellos, ella leía los poemas y los convertía en canciones, él era el escritor de ella y ella era la musa del escritor.

La persona que me preguntó me observó sonriendo ya que era una hermosa historia «pero que tiene que ver con lo que te pregunté sobre cómo es que escribes» yo reí mientras me acomode en mi silla.

«Porque yo soy la reencarnación de ese joven escritor» clame con un poco de fuerza y sonreí vi que aun tenía pregunta esa persona así que deje que siguiera con sus preguntas «¿quién es tu musa? ¿No me digas que es?» me corto hasta ahí ya que niego, reí porque nadie puede llegar alcanzar la belleza que tiene mi mate «no y espero no escuchar esa idea al pensar en mis libros, mi musa está lejos de mi ya que los dioses celosos por nuestro gran amor que ha Cruzado el tiempo y la muerte para seguir estando juntos nos separaron esta vez pero creo que uno de esos dioses ha tenido un poco de misericordia con nosotras ya que dejó que rozaranmos nuestras almas de nuevo, nos volviéramos a ver y claro yo entendí que han pasado siglos y aún veo esa constelación en sus mejillas y nariz, dos grandes soles y una luz tan brillante que irradia al sonreír»

Creo que me proclamó como tu mayor fan, el mayor admirador de ti, el seguidor más fiel, no se porque pero al verte no dejo de ver lo preciosa que eres, no puedo entender como alguien como tu es real, creo que es una de muchos ángeles caídos porque esa belleza es divina no de un ser humano común.