Mujer, hechas chispas;
dique contenedor de un caudal sin fuente.
Boca pequeña y suave,
ojos duros y fríos,
ojos cálidos y amables.
Contradicción andante.
Vendaval sin freno;
Volantín sin dueño.

Te pienso, y me estrangulo
con la bufanda roja de mi sentimiento.
Trago. Con el esófago en un puño.
Festín de cuervos, eso es la gente!
Mi querer los evade, mi querer los ignora.
Ay querer! Tu y yo –
Cuánta pelea.

Yo no hecho chispas,
contengo el dique desde afuera.
Soy árbol blanco y grueso,
ladeado y agachado.
Tengo sed, y te bebo, mujer frondosa!
Me alimento de tu caudal como pozo en calma.

Tienes hambre, y ruges, y ardes.
Despliegas tus alas mirando hacia el cielo.
Espada de obsidiana,
trueno sin nombre.
No te gusta decir te amo,
pero tu amor es como una ola.
Dolorosa como una ortiga,
alegre como una espiga.
Cristal sin sombra,
volantín sin dueño!

Te veo en un sueño,
que en tormentas andas.
Te recuerdo y te esbozo,
con carboncillo en dedo, mujer!
Te dibujo y beso.

Vuela en altos aires,
abraza silencios y espinas,
que desde acá me encumbro y te insuflo,
diciéndo te quiero.

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