Me conoces bien, me mantienes en la locura,
me arrastras e intentas quemarme desde el interior,
tú no te mides Anastasia.
Nos parecemos mucho,
pero no somos la misma, aunque somos espejos.
Me tomas cuando quieres, me sacudes como cual muñeca de trapo.
Me asfixias, me ahogas.
Apareces sin previo aviso y me paralizas,
quieres que sea como tú, de piedra y llena de grietas,
quieres que yo también me vuelva gris y corroída.
Anastasia tú vives en mí, pero estas destinada a mantenerte a raya,
no puedes salir por completo porque asustas a los normales, me asustas,
porque aunque vives en mí, ni siquiera yo te tolero.
Anastasia entiende, si muero yo, mueres tú, y yo sé que tampoco quieres morir.
Acepta tu destino y contempla la vida desde donde te toco vivir.
Anastasia alguien tiene que ceder,
estas píldoras nos van a terminar matando,
tengo mucho sueño y fatiga de estar tratando
Anastasia acepta el trato,
que también estoy cansada de ver a mi madre llorando.
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