delírium trémens de una noche de verano

“Alcohol may be man’s worst enemy, but the bible says love your  enemy.” 

                                                                             ― Frank Sinatra

                                                                                                                                                                            Definitivamente fue un mal día para dejar de beber, llevaba ya algún tiempo dándole vueltas. Mis constantes ataques de ansiedad y el diagnóstico medico; cirrosis hepática, fueron las razones.

Señor Amezquita – dice el doctor- usted tiene una cirrosis hepática. No puede beber, esta lleno de varices en el esófago. ¿cuanto me dijo que bebe al día? 

Desperté ; el mismo banco, en la misma calle,en un barrio ordinario, lleno de calles ordinarias, en donde la gente cree que pasan cosas, pero realmente, no pasa nada.

La gente va diciendo por ahí que el barrio se esta llenando de artistas y cultura. Me imagino que se refieren a los dos borrachos que viven en las escaleras del metro  que tocan la flauta o al polaco que lleva un casco de motocross aunque la temperatura roce los 40 grados.

En fin, me desperté en ese mismo banco y dos vagabundos se acercaron y me dieron un par de monedas.No le di importancia, hasta mas avanzada la tarde que vi mas y mas vagabundos con ropas desgastadas y barbas sin recortar. Por lo menos dos de cada tres peatones cumplían con la indumentaria. Había algo un tanto extraño en ellos; algo estúpido y terrorífico que me hizo recorrer los vellos de la espalda. Vomite sangre. ¿El barrio se estaba convirtiendo en refugio de vagabundos de buena fe que dan su dinero a otros vagabundos? ¿que demonios estaba pasando? ¿y las mujeres? todas con pantalones negros-entallados y rotos a la altura de las rodillas… 

Por estas calles merodea un tal Nosferatu. Siempre esta de un lado a otro, de muy mala hostia. Lo he visto golpear a un par de personas por poca cosa. Una vez, saliendo un poco de las fronteras del barrio, del otro lado del río, pasando el puente de Segovia, vi como amenazaba al responsable de una gasolinera por no querer venderle gasolina en una botella de dos litros de coca cola.

Un antiguo compañero, Kanzinski Romuald, me dijo que Nosferatu se encontraba en ese estado psicótico por dejar la bebida. Necesito un trago,no quiero terminar como el vampiro de puerta del ángel.Voy a la tienda de alimentación, esta llena de vagabundos. Escucho como uno dice a otro: mira tío -metiendo su cerveza en una bolsa de papel- como los vagabundos de las películas.  

Me dirijo en dirección contraria y voy a la tienda de dominicanos donde venden los aguacates mas grandes que he visto. Tienen prohibida la venta de alcohol, pero hasta la policía suele comprar sus cositas. El  local no tiene nombre, huele mal, pero cierra tarde, incluso mas tarde que los chinos. Siempre falta algo y ese algo es exactamente lo que buscas: cerveza.

Me dirijo a mi banco en calle Antillon esquina con Doña Urraca; veo colores, elefantes rosas y vagabundos con los lados de la cabeza rapada. Veo artistas y cultura emanado de las alcantarillas.

CALLE ANTILLON, MADRID