En el Gran Colisionador de Hadrones se reproducen las condiciones del Big Bang, y fue en este evento en el cual se creó el universo, o los multiversos -como quieras verlo-, por lo que en esta ocasión a alguien, que para los fines de esta narración he de llamar solo por un pseudónimo, «el Doctor», y quien era pionero en un campo de la microscopia electrónica con rayos laser, decidió investigar lo que ocurría después de una colisión con uno de estos modernos microscopios.
Por desgracia, aun en las mejores condiciones del experimento, la velocidad del evento era impresionante, por lo que pasaron algunos años antes de que los datos que obtuvieron tomaran forma. Y es que en esta fracción del tiempo de Planck, que tomó la colisión, ocurrió un fenómeno inesperado, excepto para el Doctor.
Era como ver un video a gran velocidad, si bien, en uno grabado con una cámara de alta velocidad, distingues el movimiento, en este caso era como tener, un cuadro por unidad de tiempo (de Planck). Fue necesario utilizar la Gran Computadora Cuántica en Paralelo para reducir estas imágenes a una velocidad que el ojo humano comprendiera; y lo que sus ojos humanos pudieron entender de estas imágenes, fue que, en un momento, la explosión dejo de ser caos y tuvo orden.
De este orden surgió luz, y cuando todos esperaron que eta luz, simplemente se apagara, ocurrió que con infinita miniatura un universo comenzó a aparecer ante sus ojos; un microverso -dijo el Doctor- y en este microverso una serie de galaxias se formaron, estrellas nacieron, y quiso suponer que su microscopio no fue lo suficientemente potente para ver un planeta, pero imaginó que estos se formaron y que en ellos hubo vida.
Al final toda forma de luz se apagó y solo residuos de esta impresionante película quedaron.
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