Angeles1.png

  El ángel percibió  que algo muy fraguado estaba por sobrevenir. De momento, sintió la necesidad de transbordarse  hacia el paraje apartado. Aunque él ya sabía que era un lugar prohibido.

  -¿Por qué se me ocurren estas cosas?-Pensó -¿Por qué me conecto con éste espacio que expresa los íntimo de la esfera paradisíaca y terrestre?

  Hace mucho tiempo, que nadie se le ocurría transgredir las ordenanzas del Señor Majestuoso, al observar el plano que comunica al  paraíso con el globo terráqueo.

  -¿Por qué será?- debatió entre sí, nuevamente-¿Por qué será que el Señor Majestuoso desde hace mucho tiempo no se comunica cara a cara con ninguno de los que vive en el área terrestre?

  En ese momento el Ángel experimentó, una sensación de temor extraño, presintió y observó que el Señor Majestuoso se aproximaba. Sus ojos se desentonaron, sus alas se entumecieron, permaneciendo atónito en aquel rincón donde yacía oculto. Al instante comenzó a  temblar al oír que Él le llamaba, sin que pudiera de alguna forma conjeturar que estaba allí, en aquel rincón oscuro. Su intuición, le decía que aquella osadía inexplicable traería consecuencias y… terriblemente pronto.

  –Aproxímate, –le dijo su máxima autoridad-tus dudas probablemente acrecentaran si sigues en ese lugar y es necesario que mi voz se vuelva a escuchar en el ámbito terrenal.

  El Ángel con palabras vibratorias respondió:- ¿Cómo logrará eso Mi Señor, si ahora que he descubierto lo que hay en éste espacio intimo, que usted resguardaba con gran celo, me encuentro confuso?– De pronto su temor se convirtió en una intensa excitación y exclamó-Todos estos siglos he creído en su poder sobrenatural, que le ha hecho conocer lo que hacen los terrestres en cada espacio o lugar. ¿Y… Ahora? – replicó en voz suave y con una gran conmoción de contrariedad– ¿Cómo seguiré creyendo en usted, si también la procesos científicos lo han invadido?– Al tiempo que instintivamente llevaba sus alas a la cabeza.

  Luego de un inmenso silencio, el Señor Majestuoso le respondió:- Probablemente no te has dado cuenta, pero tu auto de comparecencia a éste lugar no fue casualidad. Ese irreflexivo impulso de entrar acá, lo coloqué yo, para demostrarte lo que en el futuro sucederá con los demás. Cuando en el globo terráqueo se propague ésto, que llamas secreto, la ciencia aumentará y ya mis criaturas, los seres humanos no querrán comunicarse conmigo, porque todo lo que verás, los mantendrá controlados, entretenidos y hasta los confundirá. Luego utilizarán las redes para agredirse, conocerse, extrañarse, intrigarse unos a otros, hasta desahogar sus estados sentimentales y emocionales. Prontamente si es usado por los habitantes de la maldad, trascenderá por todo el mundo sin piedad,– He indicó- Sígueme.

  Al dirigirse por aquel extraño lugar, pasaron frente a inmensas máquinas cibernéticas de diferentes formas, funciones y modelos que en cuestiones de segundo podían reflejar todo el universo celestial y terrenal. Al punto de una pausa, el Señor Majestuoso, continuó:

  –Alguien hurtó mí proyecto, alguien que tú y yo conocemos muy bien como El Enemigo de Todos los Siglos, él se llevó una de las últimas creaciones de avances tecnológicos que había ingeniado, que es la que estás observado, en ella incluía las numerosas formas de comunicarse que alcanzarían a tener los humanos, y… presiento que  ya lo han puesto en práctica como un arma poderosa para controlarlos, ahora no solo guerreo contra El Enemigo de Todos los Siglos, sino también lo haré contra el dios tecnología.

  El Ángel en su recorrido pensó, que eso cambiaría todas las cosas, al mismo instante que seguía considerando cada palabra de su inventor. Al continuar avanzando, la sala extraña desapareció en las zonas externas celestiales a través de una potente luz que lo encegueció, he inmediatamente el Señor Majestuoso, le manifestó: -Es hora de que cumplas tu misión.

  –Señor yo sé que– el Ángel estuvo a punto de expresar el abatimiento por su indiscreción, pero, su Majestuosidad continuó- Es la hora, desciende y recupera mi invención; más debes saber que quién la hurtó te hará resistencia cuando llegues a la tierra. Date prisa, permite que las plegarias que aún se oyen guíen tu camino a la verdad. Más sin embargo, otros ángeles de la hueste celestial te acompañarán.

  El Ángel desenvainó su espada, se inclinó y le refirió: – Con todas mi fuerzas pelearé para ti, yo iré y volveré con lo que es tuyo. De lo contrario ¿Qué haré?

  –Si de alguna manera, es tarde, -mientras hablaba sacaba dentro de sí un dispositivo muy raro con luces incandescentes que solo se accionaba con un botón y continuó -aprieta ese botón y seré quien hablará.

  Con su espada desenvainada el Ángel emprendió el camino hacia la tierra con las huestes celestiales, más en su camino apareció, como era de esperarse El Enemigo de Todos los Siglos quien replicó: -¿Quiénes son ustedes, que osan desafiar y atravesar mi ámbito de poder, que ya es mío?

  –Soy el Ángel enviado por el Señor Majestuoso para recuperar lo que le quitaste y de aquí no me moveré, hasta haber cumplido mi misión. De ser necesario te dominaré.

  El enemigo de todos los siglos desenvainó su espada y lo atacó, comenzando así la acometida entre ambos. Pero… cuando más arreciaba la batalla el Ángel declinó, como en señal de rendición al mismo tiempo que decía – Se que ya has ocupado gran territorio de la tierra, si sigo luchando contigo me someterás. Más contra esto no podrás.- Saco el dispositivo que había dentro de sus alas y lo accionó, lográndose oír la voz del Señor Majestuoso que exigía:- Apártate y Vete. El estruendo era tan incesante que al instante El Enemigo de Todos los Siglos desapareció.

  Al continuar el recorrido por la tierra, observaron a los seres humanos en un desenfreno, usando sus computadoras y celulares avanzados, que hacía conocer el progreso de la ciencia creada por su Señor y pensaron Ya es tarde.

  Más el Ángel indicó –Es hora -¿hora de qué? –Exclamaron las huestes celestiales- ¿Los eliminarás? Y él grito- Jamás tocaría a la creación de Mí Señor, a menos que Él lo ordenare.Es hora de emitir su mensaje -¿Cuál mensaje? -Nuevamente exclamaron los otros ángeles. -él retomó el dispositivo, lo accionó y otra vez, se oyó su gran voz que decía: Ahora les toca a ustedes decidir nuevamente por mí, su creador, que desde el principio les he ofrecido amor, comunicación, sentimientos, tactos y emoción. Que aunque no iré en contra de éste nuevo ser tecnológico que originé, les daré más que una artificial distracción usándolo con perfección.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS

comments powered by Disqus